Londres. Un total de diecinueve salones se habilitarán en el londinense palacio de Buckingham para recibir con música y canapés a los 600 invitados que acudirán a celebrar la boda del príncipe Guillermo y su novia, Kate Middleton. Entre las habitaciones de Estado abiertas a los visitantes estarán los salones blanco y azul, la sala de música y la sala de banquetes de Estado, todas en el ala oeste de la residencia oficial de Isabel II, cerca de la galería de pinturas.
Esos centenares de personas, entre amigos de los prometidos, personalidades de la vida pública y miembros de otras Casas Reales, disfrutarán de una recepción con deliciosos canapés confeccionados para la ocasión por el chef palaciego, Mark Flanagan, y su equipo, quienes, sin entrar en detalles, han adelantado que todos los manjares se elaborarán con productos del país. En otras recepciones reales, los canapés han consistido, por ejemplo, en salmón ahumado escocés sobre una tortita de remolacha, muslo de pato confitado con pato ahumado y mermelada de pera o huevo de perdiz con sal de apio, queso de cabra y nueces caramelizadas.
Arte La galería de pinturas, donde cuelgan valiosas obras de Rembrandt, Canaletto, Rubens o Tiziano, acogerá el espectacular pastel de boda que creará para la ocasión la pastelera Fiorna Cairn, de varios pisos y decorado con flores de azúcar representativas de todo el Reino Unido, y con productos ecológicos y del país.
Flanagan, de 43 años y que lleva una década trabajando en Palacio tras haberlo hecho con importantes chefs, no ha querido dar detalles del menú, como tampoco lo ha hecho la jefa de repostería Kathryn Boyden, de 37, quien adelantó sin embargo que la selección de postres será parecida a la de otras grandes ocasiones. En otros casos, los invitados a Buckingham Palace han podido degustar trufas de chocolate blanco, negro y con leche, paté de frutas con naranja roja o delicias de frambuesa sobre una delicada pasta inglesa.
Para acompañar los canapés, habrá refrescos, champán y vino de la bodega palaciega. El equipo de 21 personas de Flanagan está acostumbrado a servir platos para una multitud de comensales, ya que diariamente preparan la comida para todos los habitantes de palacio, desde cocheros a la misma Reina cuando está presente, lo que da una suma de alrededor de 550 servicios. Tras la recepción de la tarde, aproximadamente la mitad de los invitados se quedará a la cena, sobre la cual el palacio de Saint James (residencia del príncipe Carlos) ha dicho que no se darán detalles por tratarse de un acontecimiento privado. Sin embargo, el bar madrileño Bristol, de inspiración británica, ofrece ya a sus clientes la posibilidad de probar, según dice, los mismos platos que se servirán en Buckingham a los invitados, entre ellos rollo de salmón ahumado, tostadas de paté de la granja y hojaldres de mini-salchichas, y como plato principal, lomo alto de ternera asada (el afamado roast beef) acompañada de puré de patata, chirivía asada, zanahorias en miniatura, guisantes y la tradicional salsa gravy, elaborada cone carnes y verduras.
despedida Guillermo celebró el fin de semana en un lugar secreto su despedida de soltero, a la que acudieron unos veinte amigos. El palacio de St. James confirmó que la fiesta tuvo lugar, pero no dio detalles de dónde, aunque The Daily Telegraph cree que fue en una mansión en Norfolk. Entre los amigos había algunos excompañeros de su colegio de secundaria de Eton y de su escuela primaria de Ludgrove Preparatory de Berkshire. En un principio, el príncipe tenía previsto participar en unos deportes acuáticos en las costas de Devon, pero el viaje se canceló, según el rotativo. Al parecer, Guy Kelly, amigo de Guillermo y dueño de un club nocturno, preparó la despedida con el príncipe Enrique.