Washington. Sarah Palin, en la cresta de la ola política de Estados Unidos tras el gran avance del Tea Party en las elecciones legislativas de este mes, salió ayer a desmentir los rumores de divorcio publicados por algunos tabloides del país. Según la revista People, los tabloides aseguraban que Palin había llegado a un acuerdo de divorcio con su esposo, Todd, por el que le iba a pagar 20 millones de dólares. Palin se enteró del trato que había hecho con su esposo cuando estaba en la cola del supermercado y, según People, ella le llamó con su móvil y le dijo: "Todd, ¡no te vas a creer esta portada!" Y él le contestó: "Veinte millones??? ¡¡¡Escríbeme un cheque ahora mismo!!!" Y ambos se rieron.

Palin y su esposo se presentaron ante la sociedad estadounidense como la quintaesencia de los valores familiares conservadores, cuando el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2008, John McCain, eligió a la Gobernadora de Alaska como compañera de papeleta electoral. Eran supuestamente una pareja modelo muy al gusto del conservadurismo estadounidense y una familia recta, que mostró hasta la saciedad a su hijo más pequeño, que tiene síndrome de Down. Pero desde entonces han evolucionado hasta el punto de, por ejemplo, abrir su casa en Alaska al reality show Survivor, para ser escenario de nuevas aventuras. Su hija Bristol, que aún no tiene 20 años pero es madre de un niño de casi dos, es una de las favoritas de Bailando con las estrellas en Estados Unidos y el padre de su hijo, Johnston Levi, que acabó a la greña con su ex novia, ha pasado por distintas etapas y últimamente ha sido modelo de PlayGirl.