Marbella. El caso Malaya vivió ayer su vertiente más rosa/amarilla cuando Isabel Pantoja acudió al Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella para que se le notificara la apertura de juicio oral en una pieza separada del proceso como acusada de un delito continuado de blanqueo de capitales. La tonadillera llegó a los juzgados sobre las nueve y diez de la mañana y tardó más de diez minutos en entrar al edificio judicial debido al tumulto de medios de comunicación y curiosos que esperaban su llegada. De hecho, tuvo que ser escoltada por la Policía Nacional unos metros debido a que no podía salir del vehículo en el que se había trasladado. Tal fue el revuelo que la artista llegó con el vestido roto ante el juez Sergio Ruiz. En este sentido, el magistrado lamentó la actitud de los medios de comunicación y decidió habilitar una salida alternativa para evitar poner en peligro su integridad física, en concreto la zona utilizada para los furgones que traen a los detenidos.
Isabel Pantoja, que permaneció media hora en el juzgado, no quiso hacer declaraciones a los periodistas que se agolpaban a su alrededor. A la salida, durante unos segundos dirigió una mirada desafiante a través de sus gafas oscuras a los medios de comunicación y a la multitud de personas que se había congregado y, seguidamente, se subió en el mismo vehículo en el que había llegado. A la entrada y salida se vivieron momentos de tensión entre los numerosos medios de comunicación, lo que ocasionó algunas caídas de periodistas.
En lo que al asunto judicial se refiere, Isabel Pantoja "responderá con sus bienes" al no presentar la fianza de 3,68 millones de euros que le impuso el juez, según informaron fuentes cercanas a su entorno. "No tiene ese dinero", aseguraron las fuentes, que explicaron que la cantante no tiene que presentar ningún escrito ya que el juez, una vez finalizado el plazo de las 24 horas, "embargará bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada". La popular cantante siempre se ha declarado inocente y "espera que se haga justicia", por lo que en los próximos diez días hábiles su abogada presentará el escrito de defensa para rebatir las acusaciones de la fiscalía anticorrupción.
Isabel Pantoja se enfrentará en el juicio a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y multa de 3,7 millones de euros. En este procedimiento hay diez acusados, entre los que se encuentran, además de la artista, el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz y su ex mujer, Maite Zaldívar. Para Muñoz, el juez exige una fianza de 7,46 millones de euros y para su ex esposa 2,6 millones, dinero del que también han alegado no disponer.
perfectamente conocedoras El fiscal mantiene que tanto Pantoja como Zaldívar "eran perfectamente conocedoras del origen ilícito de los fondos y bienes que reciben de Julián Muñoz" y que "ambas sabían cuáles eran las fuentes de sus ingresos lícitos, así como su cuantía". La acusación argumenta que éstas "conocían la implicación del mismo en numerosos procedimientos penales, seguidos por delitos de corrupción administrativa de contenido económico". Pese a ello, reprocha que "se prestaron, cada una en su momento, para servir de cobertura al ocultamiento de los bienes y el dinero adquiridos ilícitamente por Julián Muñoz".
Añade que durante el tiempo que Muñoz estuvo vinculado con el Ayuntamiento de Marbella "logró enriquecerse haciéndose con un importante patrimonio", cuya cuantía total "se desconoce", aunque se estima en más de tres millones y medio de euros. "Parte de ese dinero lo ocultaba en el extranjero". Para el fiscal, "en ningún caso" puede vincularse el origen del dinero a los ingresos conocidos, ya que, señala, mientras duró la convivencia del matrimonio Muñoz-Zaldívar contaban "como único sustento económico, el procedente de las retribuciones de Julián Muñoz".