Un lío de faldas enreda a Rooney

L"ENFANT terrible del fútbol inglés, Wayne Rooney, se ha enredado en un nuevo lío de faldas con embarazo de por medio. Rooney vuelve a hacer honor a su apodo, bad boy, protagonizando un sonado affaire extraconyugalporque según el diario Sunday Mirror, el delantero del Manchester United le fue infiel a su esposa con una prostituta. El desliz extramarital del atacante inglés ocurrió cuando su mujer Coleen -con la que se había casado hacía un año- se encontraba embarazada de cinco meses de su hijo Kai, quien nació el pasado noviembre. El dominical británico reveló que el jugador inglés mantuvo siete encuentros sexuales con Jennifer Thompson, de 21 años, en un periodo de cuatro meses. Según el rotativo, Rooney, con un sueldo semanal de unos 114.000 euros, pagó por los servicios de la prostituta 1.140 euros por noche.

Al parecer, el deportista, de 24 años, se vio obligado a confesarlo todo a su mujer, quien -según teme Rooney- puede echarlo de la mansión que tienen en Cheshire (noroeste de Inglaterra), valorada en unos 5,7 millones de euros, e iniciar trámites de divorcio, agrega el Sunday Mirror. "Mi vida está en la ruina. He sido un estúpido. Coleen no me perdonará esta vez. Me dejará", dijo Rooney a un amigo.

Los Rooney, que se casaron en 2008, se han convertido en una de las parejas más célebres de Gran Bretaña. Coleen tiene su propia serie de televisión y una columna en una revista y es considerada un icono de la moda. Según ha revelado Jennifer Thompson -la tercera en discordia de este peculiar triángulo amoroso-, los dos solían encontrarse en el mismo hotel. "Nunca imaginé que Wayne Rooney fuera uno de mis clientes. Sé de mucha gente que le llama Shrek, pero no es tan feo cuando te sientas delante de él", agregó Thompson, quien dijo que el jugador dejó de usar sus servicios tras el nacimiento de su primer hijo.

Aunque se están volviendo frecuentes los escarceos sexuales y las infidelidades por parte de las grandes estrellas del fútbol europeo con implicados como Terry, Benzemá o Ribèry, la Liga inglesa es sin duda la Premier de los escándalos. Y los líos de faldas de Rooney empiezan a ser un tema recurrente.

No es la primera vez que el delantero está inmerso en un escándalo sexual. En julio de 2004, Sunday Mirror dio a conocer que Rooney pagó 140 libras por un encuentro con la prostituta Charlotte Glover, que entonces tenía 21 años, de donde ella salió con autógrafo como recuerdo. Un mes después, el mismo diario reveló las citas con Gina McCarrick, de 37 años, a quien frecuentaba en un burdel de Liverpool y pagaba 45 libras por su compañía. Rooney la visitó diez veces y fue pillado por las cámaras de televisión.

Así las cosas, el seleccionador de Inglaterra, Fabio Capello, no lo tiene nada fácil. Es la segunda vez este año que el técnico tiene que lidiar con problemas extrafutbolísticos. Capello despojó a John Terry de la capitanía en febrero después que la prensa sostuviera que el defensor había tenido una relación amorosa con la ex compañera de otro integrante de la selección, Wayne Bridge.

El técnico manifestó que Terry no estaba dando "un ejemplo para los jóvenes", y advirtió a los jugadores de que su futuro en la selección correría peligro si su conducta fuera del terreno tenía repercusiones negativas en la prensa. Rooney ya había provocado también el enfado de Capello tras protagonizar una pelea en un bar y aparecer, poco antes, en unas fotos en The Sun fumando y cantando con unos amigos después de salir de fiesta.

Pero a pesar de las acusaciones sobre su vida privada, Rooney tiene el plácet de Capello y viaja hoy a Suiza con su selección para el partido de clasificación para la Eurocopa 2012. Los compañeros han hecho piña y el centrocampista internacional, James Milner, asegura que Rooney continúa igual de implicado con el equipo. "Es un jugador top. En los periódicos siempre se escribe mucho. Pero eso es parte de la vida del fútbol".