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De verde, por contrato

De verde, por contratoFoto: Efe

Bilbao. A pesar del frío glacial, las estrellas de los Goya llegaron en la tarde noche del domingo tan escotadas como de costumbre a una alfombra que, a pesar de no ser roja, sino verde -el patrocinador manda-, mantuvo bien alto su estilo.

El estilista de la ceremonia, Vicente Ruiz, se empeñó en que los candidatos, actores y presentadores vistieran de glamour la alfombra y buena parte del plantel cumplió, aunque todavía no quedase desterrada la camiseta -Óscar Jaenada, culpable- y aún se vea, y mucho, el color negro. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, optó por un vestido largo gris, con un plisado amplio en el cuello, de Amaya Arzuaga, y la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, por un traje largo de color plata de Hannibal Laguna con el que quería ir de princesita. Ninguna de las dos estuvo acertada.

A pesar de las advertencias del estilista, el negro fue el color de Paz Vega, con otro modelo de Hannibal Laguna en corte estructurado, que no terminó de convencer; Maribel Verdú, con una composición de gasa de Nina Ricci; y Ana Belén, embutida en un atrevido modelo en gasa de Jesús del Pozo que dejaba poco a la imaginación.

Otras mujeres de negro fueron una elegantísima Cayetana Guillén Cuervo, con un Óscar de la Renta con pedrería en el cuello; Emma Suárez, de vaporoso Armani y con zafiros en sus zapatos; la ganadora del Goya a la mejor actriz Lola Dueñas, de Alberta Ferreti; y Goya Toledo, con un maravilloso diseño con brillos del libanés Elie Saab, el mismo diseñador elegido por Verónica Sánchez, aunque sin tanto acierto, en corto y de negro y plata.

De sirena vistieron Belén Rueda, con un modelo de Carolina Herrera de color bronce -peinada y maquillada, sin duda, por algún enemigo-, y Natalia Verbeke, espectacular con un vestido muy escotado en la espalda de Antik Batik del mismo color.

Manuela Velasco eligió a Dior y el color verde, a juego con la alfombra, y se equivocó, y la preciosa Marta Etura, a Óscar de la Renta y también el rojo y la gasa, mientras que Blanca Romero prefirió -y acertó- a Carolina Herrera con un modelo de falda negra y blusa sin mangas de color blanco. Las joyas más espectaculares las prestó Bárcena a Goya Toledo y Belén Rueda, Bulgari a Maribel Verdú o Chopard a Pe.

Los hombres sí hicieron caso al estilista -casi todos, al menos- y optaron por el traje oscuro y el esmoquin, firmados por Armani y Vitorio y Luchino pasando por Hugo Boss, Cavalli, Armand Bassi, Dolce y Gabanna, Ralph Lauren o Dsquare, complementados con camisas blancas de piqué, como la que llevaba Alejandro Amenábar, con traje de Dsquared, que se puso, por primera vez, pajarita para perder. El presi de la Academia aprovechó y lució palmito dentro de un traje de Guzmán, que le sentaba como un guante después de haber perdido más de 35 kilos en medio año, según él, "a base de no comer pan ni pasta ni cenar".