Transitar por la delgada línea que separa el tratamiento de una historia real y macabra como la del crimen de la Guardia Urbana desde el respeto o hacerlo rozando el sensacionalismo, no debe ser un reto nada fácil de afrontar. Ni desde el punto de vista del guion ni desde el actoral. Así lo reconocen quienes han participado en la serie El cuerpo en llamas. Desde sus directores, Jorge Torregrosa (Élite) y Laura Mañá (Te quiero, imbécil), hasta su guionista Laura Sarmiento (Intimidad), pasando por sus principales intérpretes, Úrsula Corbero (La casa de papel) y Quim Gutiérrez (El accidente).

Los hechos se remontan a mayo de 2017, cuando los restos del cuerpo de un agente aparecen dentro de un coche calcinado en el pantano de Foix, en Barcelona. Según avanzaba la investigación, el caso se fue haciendo más mediático al ir revelándose truculentos detalles de unas relaciones personales salpicadas de escándalos sexuales o incluso violencia que involucraban tanto al agente muerto como a su pareja, Rosa y el compañero y amante de esta, Albert.

RESPETO Y PRESIÓN

Úrsula Corberó cuenta que se enfrentó al papel de la condenada Rosa Peral “con mucho respeto y con un poco de presión” pero también “con mucho control del frikismo”. Señala que se reunió muchas veces con los responsables de Netflix, “les hacía muchas preguntas, lo comentaba con la almohada, al día siguiente me venían a la cabeza nuevas preguntas, hasta que después de un mes de idas y venidas, dije que sí consciente de que había mucho riesgo”.

La actriz catalana ahonda en que le interesaba mucho meterse en el espíritu de dos personas malvadas y estudiar de dónde venía esa maldad. “Sentía que todo lo que sabía la gente del caso era como quedarse en la primera capa de la cebolla. Quería que el espectador, como yo fui entendiendo cosas mientras rodaba, también llegase a sus conclusiones”.

Junto a Corberó, Quim Gutiérrez explica que “todo el rato me esforcé para recordar que, aunque mi personaje estaba inspirado en hechos reales, era ficción”. Para el actor de AzulOscuroCasiNegro o Primos, lo más difícil era “comprender por qué, ante estas circunstancias, la única salida posible es la muerte del tipo que molesta. ¿Por qué es la única opción? Esa era para mi la gran duda, porque los personajes no son psicópatas”.

VÍA LIBRE A LA EMISIÓN

Rosa Peral, la principal condenada por el caso, vio recientemente como el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya inadmitía su petición para que se paralizara el lanzamiento de la serie. Argumentaba su petición en una posible vulneración de su derecho al honor.