En la era digital, los fraudes cibernéticos se han convertido en una amenaza cotidiana. Correos sospechosos, mensajes alarmantes y enlaces trampa son solo algunas de las estrategias que utilizan los estafadores para engañar a sus víctimas. En este contexto, María Aperador, criminóloga y experta en ciberseguridad, se ha propuesto compartir vídeos sobre cómo detectar y esquivar estas trampas digitales. A través de su perfil en TikTok, donde suma cerca de 90.000 seguidores, comparte consejos prácticos para protegernos de los llamados “cibermalos”.
Uno de sus vídeos más virales se centra en tres recomendaciones clave, avaladas por el mismísimo FBI, que permiten identificar una estafa en cuestión de segundos. Estas advertencias sencillas pueden marcar la diferencia entre ser víctima de un fraude o mantenerse a salvo en la red.
1. La urgencia como primer aviso
Según María Aperador, el primer indicio de que podríamos estar ante una estafa es el factor emocional. “Cuando recibes un mensaje que te genera una sensación negativa inmediata, como miedo, presión o alerta, tienes que parar y prestar atención”, advierte.
Los estafadores juegan con la urgencia para empujar a la víctima a actuar sin pensar. Mensajes como “tu cuenta será bloqueada”, “tienes una multa pendiente” o “responde en los próximos 5 minutos o perderás el acceso” son ejemplos comunes. La intención es clara: impedir que el usuario tenga tiempo de reflexionar o verificar la información.
2. Revisa el correo electrónico completo
Una de las técnicas más eficaces para desenmascarar un intento de fraude es revisar detenidamente la dirección de correo electrónico del remitente. Aperador explica que muchas veces vemos solo el nombre del supuesto emisor —por ejemplo, “Servicio de Correos” o “Atención al Cliente”— pero no nos fijamos en el correo que hay detrás.
“Si el mensaje proviene de una empresa legítima, lo normal es que el dominio, es decir, lo que va después del símbolo @, coincida con la dirección oficial de esa compañía”, señala. Si, en cambio, se trata de una cadena de letras y números o un dominio sospechoso (como @gmail.com cuando debería ser @correos.es, por ejemplo), lo más probable es que estemos ante un intento de suplantación de identidad.
3. No introduzcas tus datos desde enlaces dudosos
Otro de los consejos fundamentales que ofrece esta experta es evitar por completo hacer clic en enlaces incrustados en mensajes sospechosos. Si el correo o el SMS contiene un enlace que lleva a una página donde se nos pide ingresar datos personales, lo más seguro es no utilizarlo.
“La recomendación es ir directamente a la página web oficial de la empresa, escribir su dirección en el navegador y, desde allí, verificar si hay realmente algún aviso o notificación pendiente”, explica María. De este modo, se evita caer en páginas falsas creadas específicamente para robar credenciales, números de tarjeta o información confidencial.
Unos segundos que valen oro
Estos tres pasos, detectar la urgencia, verificar el remitente y evitar enlaces directos, pueden realizarse en cuestión de segundos y, sin embargo, suponen una gran barrera frente al cibercrimen. Según estudios recientes, los fraudes digitales provocan pérdidas millonarias cada año, tanto para particulares como para empresas.
María Aperador insiste en que la prevención es la mejor herramienta. Con un poco de formación digital básica, muchas de estas estafas se pueden evitar. Solo hace falta estar alerta y no actuar por impulso.
