"La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante”, dijo Cesare Pavese, poeta y escritor. La hermosura de comenzar, la belleza del descubrimiento, la alegría del estreno. Esas sensaciones acariciaron a Joseba López, debutante en la victoria, en el frenesí de la euforia y el sabor del júbilo.
El gasteiztarra inundó el organismo del éxtasis que supone la victoria, sobre todo cuando esta es la primera y se descorcha como una ola de felicidad. Un estallido de bienestar, único. Joseba López se vistió de campeón en la Clásica Arrabida, una carrera de 175 kilómetros que se disputa entre Setúbal y Palmela, en Portugal.
"Esta victoria es muy especial para mí y para el equipo. Para mí porque es la primera victoria en profesional y después del año pasado, que no fue mi mejor año porque me costó mucho adaptarme. Para el equipo, ganar 100 victorias es muy especial"
Nunca se le olvidará al joven ciclista del Caja Rural, recién cumplidos los 24 años. Un feliz regalo. El triunfo formidable de Joseba López validó además las 100 victorias en el ciclismo profesional de una escuadra que pelea cada pulgada.
“Esta victoria es muy especial para mí y para el equipo. Para mí porque es la primera victoria en profesional y después del año pasado, que no fue mi mejor año porque me costó mucho adaptarme a la categoría”, dijo López.
El éxito en Portugal sirve para aliviar la pena de la formación navarra por quedarse fuera de la Vuelta tras el reparto de las invitaciones, que premiaron al Euskaltel-Euskadi y al Kern Pharma.
López fue el más rápido del cuarteto que se jugó la gloria en las calles de Palmela después de que a 20 kilómetros de la meta se formará el grupo que competiría por el laurel. En ese pulso, el gasteiztarra derrotó a Montez, Bregnhøj y Silva. El mejor comienzo posible. Una celebración completa.
