“Fue una carrera dura y la lluvia la hizo aún más difícil”, repasaba Marc Hirschi después de imponerse en el caótico final de la edición centenaria de la Prueba Villafranca-Clásica de Ordizia. El corredor suizo del UAE Team Emirates venció en un esprint de dos corredores que disputó con Ben Healy.

El desenlace, un afortunado duelo de dos, llegó debido a una caída en la que se vieron involucrados Oier Lazkano y Juan Ayuso, que rodaban en cabeza hasta que en el último kilómetro perdieron el control de sus bicicletas. El catalán y el vasco pudieron levantarse para finalizar en tercera y cuarta posición, respectivamente. Si bien, habrá que ver si están aptos para disputar este fin de semana la Clásica de San Sebastián y el Circuito de Getxo.

Se trató de una prueba de desgaste, exigente. La propuesta fueron 165,9 kilómetros de recorrido con cinco pasos por Abaltzisketa y dos por Altzo para posteriormente afrontar la nueva ubicación de la meta en Ordizia, con 200 metros al 8%. Si bien, el Alto de Abaltzisketa sirviendo de cribado cuando restaban cerca de diez kilómetros para alcanzar la meta. En ese punto se lanzó al ataque un grupo conformado por Lazkano, Hirschi, Ayuso, Igor Arrieta, Javier Romo, Jesús David Peña, Alexander Cepeda, Felix Engelhardt y Alessandro Fedeli. Tanto Lazkano como Ayuso lograron abrir una pequeña ventaja sobre Hirschi y Healy. Pero cuando apenas restaba medio kilómetro, la caída de los dos primeros puso una alfombra roja a los dos segundos, que en un mano a mano se disputaron la victoria. “Hemos demostrado que somos fuertes y creo que podemos ser competitivos en San Sebastián”, declaró Hirschi, que confía en poder repetir triunfo el próximo domingo.

Mención especial merece también Xabier Isasa. El corredor del Euskaltel-Euskadi fue distinguido como vencedor de las Metas Volantes y con el premio de la Combatividad por protagonizar la fuga más larga del día. Fue cazado cuando rodaba en solitario a 42 kilómetros de la meta.