Después de semanas de silencio, Nairo Quintana ofrecerá mañana miércoles una rueda de prensa en Colombia. Todo indica que en la misma, el ciclista colombiano, de 32 años, anunciará su retirada del ciclismo profesional. El positivo por tramadol en el Tour parece haberle sentenciado. Quintana recurrió en el TAS la decisión de la descalificación en la carrera francesa. El Tribunal de Arbitraje Deportivo desestimó el recurso del colombiano, que a partir de entonces quedó a la intemperie. Ningún equipo quiere contar con él, conscientes de que el ciclista colombiano está marcado. Del que fuera campeón de la Vuelta y del Giro, tres veces podio en el Tour, vencedor de numerosas carreras, excelso escalador, solo queda el palmarés.

Lo que al comienzo tuvo aspecto de simple advertencia –el tramadol no era una sustancia prohibida por la AMA por lo que no es considerada dopaje aunque la sustancia estaba vetada por la UCI– ha degenerado en un castigo social para el colombiano incluso mayor que el procedente por las autoridades deportivas. El TAS desestimó el recurso de Quintana, que clamó su inocencia. Con ese revés del tribunal deportivo comenzó su bajada a los infiernos. Un cordón sanitario rodea a Quintana, que no encuentra acomodo posible. El Team Medellín, que ha acogido a Miguel Ángel López, otro proscrito, ofreció a Quintana un dorsal semanas atrás. El colombiano está vetado y todo indica que a los 32 años dirá su adiós al profesionalismo.