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Philippe Gilbert sobre la etapa: “Ha sido como una clásica”

Philippe Gilbert, ganador en Bilbao, logra su décimo triunfo en una grande y vibra con la afición vasca

Philippe Gilbert sobre la etapa: “Ha sido como una clásica”AFP

Bilbao - En las piernas de Philippe Gilbert, 37 años, espíritu joven, aventurero, como demostró ayer en la subida a Arraiz, caben cuatro monumentos, con doble victoria en el Giro de Lombardía -solo le queda por conquistar la Milán-San Remo-; que hacen un total de 21 victorias en clásicas, un Mundial y un triunfo en Bilbao tras una etapa que catalogó de “clásica”. “La parte final del recorrido se asemejaba mucho a las Ardenas. Me gustan mucho estos esfuerzos de 10 minutos, siempre estoy entre los mejores en ellos. Es mi décima victoria en una gran vuelta, un número redondo. El ambiente en la última subida era una locura. Parecía una clásica con todas las banderas y el público. Me dio mucha motivación. El País Vasco es como Flandes, está loco por el ciclismo”, expuso el veterano corredor del Deceuninck.

Eufórico en la sala de prensa, el belga borró de un plumazo la desazón que supuso para él quedarse fuera del ocho del Tour de Francia. “Trabajé mucho para el Tour e hice una concentración en Sierra Nevada. Luego el parón fue duro y me costó mucho sacrificio volver a recuperar la forma. La motivación es ganar el Mundial, pienso en el 29 de septiembre”, agregó el belga. Su victoria de ayer en Bilbao, sin duda, refuerza su idea de conquistar el maillot arcoíris siete años después.

Una gesta que le aguarda a finales de este mes en York, Inglaterra, donde Alejandro Valverde defenderá la victoria lograda un año atrás. Un ciclista, el murciano, que es “un ejemplo” para Gilbert. “Su historia reciente es parecida a la mía. Tuvo una fractura de rodilla, como yo, y ambos nos recuperamos y ganamos después. Tenemos puntos en común y él demuestra que con pasión y rigor uno consigue lo que se proponga”, expuso.

Bastante más jóvenes que Gilbert y Valverde son Alex Aranburu (Caja Rural) y Fernando Barceló (Euskadi-Murias), cosechas de 1995 y 96, respectivamente, a quienes el belga superó en la subida a Arraiz, desde donde se lanzó como un obús hacia la Gran Vía, dejando que los dos jóvenes se jugaran la segunda posición de la etapa en un mano a mano que ganó el primero. “En el último repecho llevaba buenas sensaciones, pero Gilbert iba un poco mejor y al final, aunque ha sido por pocos segundos, ha conseguido llegar. Hemos intentado ir con él, manteniendo después una distancia corta en la subida. Hemos hecho todo lo que podíamos”, apuntó el guipuzcoano, que repitió el puesto de la octava etapa. Esta vez, no le quedó otra más que rendirse a la superioridad del belga: “Nos ha ganado uno de los mejores del mundo en su especialidad”.

A Barceló, en una línea similar a la de Aranburu, no le quedó otra más que asumir la clase, la veteranía y las mayores fuerzas de Gilbert, por lo que dijo quedarse “con la imagen de mí mismo detrás de Gilbert, con tanto público. Tenía los pelos de punta. Quería intentar ganar y Gilbert era el hombre a vigilar. He estado donde me han dicho que estuviera, pero ha sido más fuerte que yo”.