LA suerte de Igor Antón no mejora. Parecía que podía hacerlo en su nueva etapa con el Dimension Data pero el de Galdakao no termina de reencontrarse con su mejor nivel. Y es que la fortuna no parece estar de su lado. El camino de Antón en la Vuelta no aparentaba ser tan negro como finalmente parece que será. De hecho, la tercera etapa, disputada el pasado lunes en el Mirador de Ézaro, parecía ser más una confirmación de una clara mejora. El vizcaino entró séptimo por la línea de meta a 44 segundos del ganador del día, Alexandre Geniez. Este puesto entre los diez mejores, que le situaba decimosexto en la general, era el mejor resultado del corredor en este 2016. Las siguientes dos jornadas no fueron tan buenos para el de Galdakao, pero logró entrar en ambas entre los 50 primeros, lo que le permitió aguantar el tipo en la general.

Sin embargo, la suerte no le acompañó el jueves. Los problemas estomacales que sufrió también su compañero de equipo Omar Fraile no dejaron al ciclista correr al ritmo que tenía previsto y llegó a meta entre los últimos. Un duro golpe para el corredor de Dimension Data, que ayer confirmó los peores augurios. El estado físico del corredor no era ni mucho menos el adecuado para estar peleando por hacer un buen papel, pero el vasco intentó tirar hasta que las fuerzas se lo permitieran. Y lo hicieron hasta 50 kilómetros antes de llegar a meta, cuando finalmente quedó descolgado del pelotón. Haciendo lo imposible, el vizcaino logró terminar el recorrido, aunque alcanzó la meta a duras penas. Solo un corredor, el francés Battaglin, entró más tarde que Antón. “Un día muy duro”, así lo definió el propio corredor. El vizcaino comenzó la Vuelta con mucha esperanza y en buen estado, pero los problemas estomacales no le han dejado rendir a su mejor nivel. Los problemas de salud están lastrando su carrera. “La salud no me ha respetado”, aseguró. El ciclista apuntó que “siente mucha rabia”, ya que tenía buenas sensaciones cuando amaneció en la carrera.

De cara a la etapa de hoy, todo es incertidumbre. El corredor no quiere abandonar, pero lo determinará su capacidad de recuperación. El equipo médico del Dimension Data está haciendo todo lo posible para que el de Galdakao no tenga que decir adiós la prueba española pero son muchas las dudas que rodean el estado de salud del ciclista, que una vez más ve como vuelve a quedarse fuera de la pelea de estar entre los mejores.

Estuvo a punto de bajarse de la bicicleta de forma definitiva hace solo unos meses, pero el Dimensión Data lo rescató a última hora. El equipo africano parecía ser el aire fresco que el vasco necesitaba tras una etapa de muchas dudas en Movistar. Quería volver a mostrar su mejor nivel. Sin embargo, parece que la mala suerte acompaña a Igor Antón allá donde va, y en está edición de la Vuelta ha quedado demostrado una vez más.