Síguenos en redes sociales:

Navarro huye de las fieras

El asturiano gana en el parque de Cabárceno ante los grandes de la Vuelta que se citan desde hoy en tres etapas decisivas: La camperona, Lagos de Covadonga y La Farrapona

Navarro huye de las fierasFoto: Efe

De San Miguel de Aralar bajó Dani Navarro poniendo el grito en el cielo. Tan arriba, que nadie le escuchó. Pero se mordía las uñas del rencor. Y todo porque no llegó a los pies de San Miguel para besar el santo. No le darían las piernas, ¿verdad? O se le vaciarían los pulmones, ¿sí? O se equivocaría con el desarrollo, o el momento, ¿eso fue? Pues un poco de eso pasó, pero nada más determinante y llamativo que el empeño de Contador por que el asturiano no despegase hacia el santuario. ¿Cuántas veces atacó? ¿Tres? ¿Cuatro? A todas respondió el líder de la Vuelta, que, cosas que ocurren, fue jefe de filas de Dani Navarro en el Astana cuando lo del Tour de 2010 que ganó el de Pinto primero y luego, no. Tan bien lo hizo Navarro en aquel Tour al servicio de Contador -recuerden el final en Avoriaz o la subida a la Madeleine con el madrileño y Andy colgados de su chepa-, que un par de años después el Cofidis pensó en él como en un hombre para liderar el equipo en la carrera francesa. La lógica: si tirando es capaz de dejar el grupo así de reducido, qué no podrá hacer cuando el viento no le golpee la cara. No funciona de esa manera el ciclismo. Lo resumió así Dani Navarro una vez que se lo preguntaron en aquel Tour: “Si hubiera pedaleado para mí, no habría llegado tan arriba (en Avoriaz)”. Y añadió: “Contador es mi amigo y por un amigo te sacrificas más”. Tanto tiempo ha pasado desde aquello que, efectivamente, Dani Navarro ni ha sido el líder que se pensaba en el Cofidis, aunque fuera 9º en el pasado Tour, ni Contador pareció ser su amigo en Aralar. Luego, más sorprendido que cabreado, Dani le preguntó al madrileño qué le había hecho él para que le amargase de esa manera. “Y me respondió”, contó el asturiano, “que solo trataba de soltar a Froome”. Quizás porque ayer el inglés, ni nadie de los que creen que aún tienen posibilidades de ganar la Vuelta, sufrió ni dio síntomas de asfixia en la cuesta del parque de Cabárceno, pudo escapar Navarro, gacela afortunada y ágil, al ataque de las fieras. Al acelerón, probando, probando, de Purito y la respuesta de Valverde, que pensó primero en ganar la etapa y, luego, despreció esa idea por la complejidad del asunto, mucho ruido, mucho barullo, mucho desorden, nada claro, para acabar refugiándose a la sombra de sus rivales pese a un ataquito de Froome que no fue a ningún lado. Y no se meneó, ni un metro, ni un amago, Contador. ¿Porque Navarro es su amigo? Quizás sí. “El otro día me preguntó que por qué había salido a por él y hoy ha sido todo lo contrario”, dijo el madrileño, encantado con la victoria del asturiano en la Vuelta, su primera etapa en una prueba de tres semanas, “la más grande”. La mejor de uno que fue un gregario impagable.

Días decisivos ¿Cuánto valdría un buen trabajo como el suyo en estos días duros que llegan? No respondió a eso Navarro, pero zanjada su riña con Contador, “él hace su carrera y yo la mía, eso se queda ahí”, se dejó querer. “Todavía queda mucha Vuelta, igual tengo que echarle una mano o él a mí”.

Cualquier ayuda puede ser buena en estos tres días de tormenta cantábrica (hoy La Camperona; mañana, Lagos de Covadonga, y el lunes, La Farrapona) que dice Valverde que no asustan, pero que sí infunden respeto y, en su caso, ilusión, ganas de ver qué pasa, de llevar al límite el pulsómetro y comprobar si alguien le rodea porque se ve tan bien que no piensa en perder, “ni un solo segundo”, sino, tal vez, a ver cómo va, “en recortar, si se puede”. A Contador, que es el único que va por delante (20’’) y, a la vez, el más temido. No lo esconde. “Si veo la oportunidad, voy a probar. Me es complicado permanecer quieto. Pero tengo una tranquilidad diferente a la de 2012 -cuando Purito iba de líder y se defendió con suficiencia ante los ataques de Contador, que acabó desbordando al catalán camino de Fuente Dé-. Yo estoy por delante y puedo tener sangre fría”, dice el líder, que prefirió ir agazapado ayer, como el resto de las fieras, mientras Navarro se acercaba a la meta con un ojo en la pancarta y otro en la espalda, por no olvidar lo de Aralar que ya, luego de pasar la línea, es agua pasada. Como la etapa de ayer. Hoy, dice Contador, es el primer día que se decide la carrera, en La Camperona, cima inédita en la Vuelta. Y dura. Advierten algunos que se parece a Ézaro, el acantilado gallego con rampas del 30%, pero ningún tramo del puerto que se sube hoy llega a tanto. La máxima es del 19,5%, que ya es; la media, del 7,5% en algo más de 8 kilómetros.

1. Dani Navarro (Cofidis) 4h21:04

2. Dani Moreno (Katusha) a 2’’

3. Wilco Keldermen (Belkin) a 2’’

4. Alejandro Valverde (Movistar)a 5’’

5. Nacer Bouhanni (FDJ)m.t.

6. Damiano Caruso (Can)m.t.

7. Alberto Contador (Tinkoff)m.t.

8. Robert Gesink (Belkin)m.t.

9. Dan Martin (Garmin)m.t.

10. Gianluca Brambilla (Omega)m.t.

1 A. Contador (Tinkoff) 48h59:23

2 A. Valverde (Movistar)a 20’’

3. R. Urán (Omega)a 1:08

4. Chris Froome (Sky)a 1:20

5. J. Rodríguez (Katusha)a 1:35

6. Samu Sánchez (BMC)a 1:52

7 Fabio Aru (Astana)a 2:13

8. W. Anacona (Lampre) a 2:37

9. Robert Gesink (Belkin) a 2:55

10. D. Caruso (Can.)a 3:51