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El perfecto adiós

Barbero gana el circuito de getxo en la última carrera de la fundación euskadi en tierras vascas, mientras que movistar se queda sin premio

El perfecto adiósJ.M.M.

getxo - La carrera de las perfectas despedidas. Así podría apodarse el Circuito de Getxo que, si bien el año pasado fue el escenario de la última victoria del ya extinto Euskaltel -fue el exnaranja Juanjo Lobato quien se llevó el gato al agua con gran autoridad-; en esta 69ª edición, el alto de Txomintxu quiso que fuera el equipo continental de la Fundación Euskadi quien se despidiera de su público con un triunfo. Después de que sus dirigentes confirmaran su desaparición por la falta de apoyo económico, fueron las piernas de Carlos Barbero quienes pusieron la guinda a la despedida. Su punta de velocidad en la última subida soltó de rueda a todos sus rivales. Bueno, a todos excepto al italiano Luca Chirico, que pudo seguir el sprint del ciclista tricolor hasta parar su cronómetro al mismo tiempo, aunque en segundo lugar. Y así Euskadi ganó su última prueba en tierras vascas.

Fue una victoria contra todo pronóstico, en medio del dominio del Movistar. Pero en el Circuito de Getxo, con el pelotón agrupado, es Txomintxu quien juzga y, en esta ocasión, la sentencia de la subida cayó del lado de Barbero. El corredor burgalés se posicionó en un buen lugar durante la última vuelta, se metió en la cabeza del pelotón, sin hacer ruido, dejándose arrastrar por la masa de ciclistas, hasta que llegó su momento. Entonces, en menos de un parpadeo, el de Euskadi se irguió sobre su bicicleta y empezó a pedalear como loco. Con la cabeza gacha y los ojos fijos en el asfalto. Hasta que ya se supo campeón y pudo celebrarlo, con los brazos en alto, mientras cruzaba la meta de Getxo. “El equipo ha completado una gran labor y la victoria ha sido muy emocionante ante nuestros socios y seguidores. Hemos tomado la responsabilidad junto a Cofidis para controlar la carrera en la última vuelta y en la rampa decisiva he arrancado desde abajo con fuerza. Llevaba al italiano a rueda y pensaba que me podía rematar, pero he resistido”, aclaró Barbero.

Dominio azul Movistar controló la carrera hasta el último suspiro, el importante. Hizo y deshizo a su antojo. Protagonizó escapadas y las aguó. Marcó un ritmo alto y después lo ralentizó. Fue el amo y señor de la carrera, pero perdió el trono en la última vuelta. Por eso, cuando un rezagado Mikel Iturria, que entró en meta a seis minutos de su compañero Barbero, afrontó los últimos 200 metros de la prueba, se llevó una grata sorpresa. Al ciclista vasco las piernas apenas le respondían y parecían moverse por una agónica rutina, pero un grito le devolvió la energía y logró sacarle una sonrisa cansada. “¡Barbero! ¡Barbero!”, le repetía constantemente un aficionado que aún permanecía tras las vallas de la carrera. “¡Barbero! ¡Barbero!”. Y, tras el desconcierto inicial, Iturria logró comprender que su compañero había logrado el objetivo de la mañana. Barbero había cruzado la meta del Circuito de Getxo en primer lugar. El equipo continental había logrado despedirse de su público como querían, como merecían: con una dulce victoria.