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"Mi relación con Lance está por encima de todo"

Ausente en el pasado Tour por decisión propia después de que estallara el asunto de la USADA contra Armstrong y, en consecuencia, él mismo, Johan Bruyneel reaparece en la Vuelta y habla para DEIA de ese caso, la convulsa temporada de su equipo, la relación con Andy Schleck y otras cuestiones

"Mi relación con Lance está por encima de todo"Foto: zigor alkorta

iruñea. Unas tres semanas después de su último tweet, ayer por la mañana Johan Bruyneel (Izegem, Bélgica, 1964) volvió a asomarse a la ventana de Twitter para dejar un enlace con su blog. Es un escrito que titula Poniendo las cosas en perspectiva. No va sobre el equipo, ni sobre los líos que le persiguen, tampoco tiene que ver con Armstrong, ni siquiera con el ciclismo. Es algo personal. Habla de una etapa durísima tras las vacaciones que pasó en Mallorca con la familia y los amigos mientras en Francia se corría el Tour. Allí disfrutó, puso distancia. Al regresar a su casa de Londres, se le cayó el alma a los pies. Recibió una llamada y le contaron que su mejor amigo, con el que había estado en Mallorca, había tenido una caída gravísima en bici. Volvió al aeropuerto y regresó a Palma. Fue un viaje eterno, angustioso. Cuando llegó al hospital se encontró a su amigo inmóvil sobre una cama. Tenía un montón de huesos rotos y, más grave aún, varias vértebras fracturadas. "Rezo para que los avances tecnológicos le permitan volver a andar otra vez. Ahora mismo está en Miami, en una de las mejores facultades del mundo para tratar este tipo de cosas, pero de momento está parapléjico". El suceso, dramático, le sirve a Johan Bruyneel para relativizar la tormenta que le acecha desde hace varios meses y que, entre otras cosas, le hizo decidir pasar el pasado julio lejos del Tour. De todo ello habla antes de que una nueva edición de la Vuelta arranque en Iruñea.

¿Por qué no ha estado en el Tour?

Porque lo decidí yo. Salieron las acusaciones de la USADA, con la que no estoy de acuerdo ni conforme, y en el contexto de la importancia de la prueba, para la tranquilidad del equipo y para evitar cualquier polémica durante esas tres semanas, pensé que lo mejor era no ir. Ha sido una buena decisión, porque la primera semana ya había movida con el tema y si llego a estar ahí solo habría servido para echar más leña al fuego.

Dice que la decisión es suya, ¿nadie le dijo que no fuera?

No.

¿Ni el Tour?

No.

¿No tiene Bruyneel demasiados frentes abiertos?

Es verdad, es así. Este año tengo dos grandes frentes. Por un lado, la acusación de la USADA de la que me estoy defendiendo; y, por otro lado, lo complicado que ha sido la fusión de los dos grupos (RadioShack y Leopard) en un solo equipo. Ha sido una temporada problemática, pero ya saldremos adelante.

¿La fusión ha sido el mayor error que ha cometido en su vida?

¿Un error? No sé. Hay que esperar para hacer el balance. Es cierto que esperaba que todo sería más fácil y que la transición iba a ser más rápida.

¿Qué es lo que no acaba de funcionar?

No es la primera vez que estoy en una situación así. Cuando fui a Astana era un poco lo mismo, con la diferencia que yo entré con un grupo de trabajo y ellos eran los que tenían los fondos, el dinero, mientras que aquí he entrado con un grupo de gente y también aporto los fondos (los patrocinadores: RadioShack, Nissan y Trek). En 2008 yo llevé conmigo a Astana a los líderes, sobre todo Contador y Armstrong, la gente que tenía que tener los resultados. Y los tuvieron. De esa manera es más fácil imponer ciertos cambios. Aquí ha sido un poco diferente. Los líderes no los he puesto yo. Ellos, los Schleck, Cancellara, tenían que poner los resultados y, por circunstancias, no han llegado.

Si los hubiesen conseguido, la situación sería diferente.

Ganar lo soluciona todo. El problema es que lo que yo esperaba cambiar en seis meses me ha costado todo un año. Y después de este primer año hay una selección natural. Hay gente que se ha adaptado y gente que no. Parte de los que no han sido capaces de hacerlo, no van a seguir conmigo. Es la única manera de tener el modelo de equipo que quiero.

¿Cuánta vida le queda, de momento, a su proyecto?

Tenemos licencia para dos años más. Y patrocinadores como RadioShack y Nissan que tienen un año de contrato y Trek, dos. Hay ciertos corredores y personas importantes, yo entre ellos, que tenemos firmado hasta 2014. Así que el equipo sigue seguro hasta 2014.

¿De quién es el equipo?

De Becca. Está gestionado por una sociedad que se llama Leopard y es propiedad de Flavio Becca.

Y usted, ¿es solo un empleado?

Yo soy el mánager del equipo, pero no tengo ninguna función de propiedad en el equipo.

¿Becca le podría apartar?

Yo tengo un contrato de general manager con la sociedad Leopard y si hay una razón válida para romperlo se puede hacer, claro. Pero en este momento no es el caso.

¿Qué presupuesto maneja el equipo?

Alrededor de 25 millones de euros que permiten que un centenar de personas se gane la vida.

Más que muchas empresas.

Los equipos ciclistas ahora son empresas importantes. Es como hay que ver este deporte, como un negocio, para que pueda crecer.

Dice que ha tardado un año en encarrilar la fusión con Leopard, ¿el equipo está ya arreglado?

Faltan cosas, pero sí. El año que viene vamos a ver un equipo diferente.

¿Estarán los Schleck y Cancellara?

Vamos a ver lo que pasa con Frank, pero, en principio, sí. Tienen contrato con nosotros.

¿Y si se quieren ir?

El ciclismo no es como el fútbol. Si algún corredor con contrato quiere irse a otro equipo tiene que haber un acuerdo entre las tres partes. Si una de ellas no quiere, no se hace, por mucho dinero que se ponga sobre la mesa.

Se dice que Cancellara, por ejemplo, se quiere marchar.

Él a mí no me ha dicho nada de eso.

¿Y si se lo pidiese le daría la libertad?

No.

¿Y a Andy?

Tampoco.

¿Su relación con Andy es buena?

Podría ser mejor. Con él ahora todo está un poco en el aire. Está muy pendiente del caso de su hermano, que le afecta mucho.

Acostumbrado a Armstrong o Contador, dos campeones metódicos, ¿le ha costado trabajar con él?

Es que es muy diferente a ellos.

¿Qué le hace diferente?

Los dos, pero Andy más que Frank, tienen otro método de trabajar que se basa en el 'feeling', las sensaciones. En el pasado les ha funcionado bien y yo también he aprendido con ellos que ciertas cosas se pueden intentar cambiar y otras, no. Andy tiene talento, si no, no habría hecho los Tours que ha hecho. Este año ha sido difícil para él. No ha tenido suerte. Ahora esperamos a que se presente el recorrido del Tour para empezar a planificar, pero todo indica que va a ser muy diferente al de este año. Se habla de más montaña, una crono menos… Algo mejor para Andy.

Se dice que los problemas con los Schleck empiezan cuando ellos quieren imponer a un director (Kim Andersen) y usted se niega y le aparta.

Puede ser que ocurriera así. Yo sigo pensando que dos profesionales, aunque sean hermanos, tienen que ser capaces de correr por separado. Ese ha sido mi objetivo. No se trata de separarles, porque el Tour lo iban a hacer juntos, pero sí que cada uno tenga sus objetivos individuales para que se den cuenta de que uno puede funcionar sin el otro. Mira, en el mejor Tour de Andy, 2010, no estaban ni Frank, que se retiró en la tercera etapa, ni Kim, a quien había echado Riis.

¿Y Andy acepta esa separación de su hermano?

Igual tiene que ser así. Lo que está claro es que nadie de nosotros, y sobre todo Andy, puede permitirse tener otro año como este.

¿Este es el peor año de su carrera?

No se ha acabado todavía, pero sí.

¿Y no se siente cansado?

Cansado no, pero veo las cosas de diferente manera. Me he calmado mucho este último año. Hay cosas de las que estoy cansado y otras que me siguen gustando de este deporte. El grupo que tengo conmigo me ha seguido siempre a todas partes, han sido fieles, y yo siento que tengo cierta responsabilidad moral hacia ellos. ¿Es esa responsabilidad lo que le mantiene en el ciclismo?

No solamente eso. Me gustan los retos y me gusta ganar. No puedo esconder que este año no me satisface y no puedo dejar esto así. Tengo que superar lo de esta temporada.

Dice que le gustan los retos, ¿en cuál piensa?

En ganar un Tour con Andy, pero eso depende también del recorrido.

¿Echa de menos a Contador? ¿Le volvería a fichar?

Por supuesto, es el mejor.

El regreso de Armstrong en 2009, aquel Tour tan tenso, fue el desencadenante de su ruptura con Alberto.

Pero es que mi relación con Lance está por encima de todo. Él es el padrino de mi hijo. Lo que nosotros hemos vivido juntos y hemos creado es algo único. Venga quien venga en el futuro no podrá ser igual que lo que tengo con él. Yo sé que va a ser imposible tener la misma relación de cercanía con ningún otro corredor, pero tampoco la busco porque no es algo que necesite. Toda esta era 'post Lance' es difícil para mí, aunque me queda lo que hemos hecho y vivido.

¿Su amistad con Armstrong le está perjudicando?

No lo creo. Además es una elección personal. Si hubiese querido me habría desvinculado de él, pero no quiero hacerlo. Es mi amigo. Yo he estado con él cuando le ha hecho falta y, al revés, él siempre ha estado ahí cuando le he necesitado. Ni Novitzky ni la USADA ni nadie va a romper nuestra amistad.

¿Se jugaría su carrera por él?

Mi carrera está hecha ya.

¿Cómo le afecta el asunto de la USADA?

Para mí es una distracción, pero no es algo que me preocupa mucho, simplemente porque la USADA es una organización con la que no he tenido ni tengo ninguna relación.

Pero le pueden sancionar.

Yo tengo licencia con mi federación, la belga, y es una licencia UCI. Lo único que pueden hacerme y me han hecho es daño moral, pero en mi carrera ya me han dado palos por todos lados y este de la USADA es como un palo blando. Estas semanas son duras para mí porque mi mejor amigo ha tenido una caída grave en bici y es muy posible que se quede parapléjico. ¿Entiendes entonces que todo este asunto de la USADA y todo lo demás no tenga tanta importancia para mí?