El guipuzcoano del RadioShack ha sido ya dos veces quinto del Tour y ahora tratará de buscar una victoria de etapa. "Es algo que no tengo y que te mete en la historia de esta carrera", asegura.

Modesto, Zubeldia parece rechazar los galones de líder del equipo, aunque se muestra dispuesto a ponerse al frente del mismo si finalmente la carretera así lo determina.

"Vamos a ver qué sucede en la contrarreloj de mañana. Por el momento, el líder es Andreas (Kloden), que va mejor contrarreloj y que está aguantando bien, pero en la jornada de descanso ya veremos lo que sucede", asegura.

"Yo nunca he podido pasar del quinto puesto", afirma para distanciarse del alemán, que ha subido al podium de París, segundo en 2004 y 2006.

Pero Zubeldia cuenta con la regularidad como su mejor baza, como se ha visto en la primera semana del Tour, que ha acabado como mejor clasificado de la potente escuadra estadounidense pese a que no partía como favorito.

El vasco se encuentra en buena forma y dispuesto a dar la batalla. "Ando bien contrarreloj, vamos a ver cómo sale", afirma el ciclista.

Pero sabe que será difícil tener a todo el RadioShack tras de sí. "El equipo tiene muchas bazas. Incluso no se puede descartar a Franck (Schleck). También está Andreas y Maxime (Monfort)", recuerda.

El belga es séptimo a 2.08 del líder, mientras que Zubeldia es quinto a 59 segundos. El mayor de los Schleck está a 3.47 y Kloden tiene ya perdidos 4.24.

Zubeldia ya tuvo que hacerse con el papel del líder cuando era joven en el Euskaltel, tras su victoria en la Euskal Bizikleta con 23 años.

Con el maillot de la formación vasca fue dos veces quinto en el Tour, antes de convertirse en un gregario de lujo en 2009, tanto para Armstrong como para Contador.

Y no dudó en seguir la estela de Johan Bruyneel cuando se produjo la escisión en la formación y se creó el RadioShack.

La primera parte de la temporada estuvo alejado de las carreteras por una lesión muscular, tras la Vuelta a Andalucía que acabó octavo.

Reapareció tres meses más tarde y fue décimo en la Bayern-Rundfhart y en la Dauphiné, donde se lesionó Andy Schleck, quien iba a ser el jefe de filas en el Tour. Las circunstancias pueden situarle en la primera línea.