El calendario vasco se tambalea
Los serios apuros del G.P. Indurain y Llodio reavivan el debate de la financiación
bilbao. Hace una semana, el 11 de enero, Nafarroa, su gobierno, también el Ayuntamiento de Iruñea, festejó con orgullo la presentación oficial de la capital navarra como salida de la próxima Vuelta a España. Miguel Indurain hizo de maestro de ceremonias. Ayer, siete días después, la carrera que lleva el nombre del campeón navarro, el Gran Premio Indurain de Lizarra, anunciaba, a través del Diario de Navarra, que flirtea con la desaparición, pues a menos de tres meses de su disputa -31 de marzo- no ha resuelto aún la manera de cubrir un presupuesto que se eleva hasta los 130.000 euros.
Al CC Estella le ocurre lo mismo que a la Llodiana. Ambos organizadores se tambalean por los recortes, públicos y privados.
La única prueba alavesa del calendario profesional sabe que la Diputación de Araba mantiene su aportación y espera aún conocer la del Ayuntamiento. Por contra, ha recibido con tremenda amargura la notificación de la ayuda que cobrará del Gobierno vasco por la pasada edición, una rebaja de 5.200 euros -de 6.000 a 800-. El de 2011 fue un Gran Premio de Llodio deficitario, algo insostenible para una sociedad ciclista plagada, como todas, de gente altruista, de los que trabajan por amor al arte. Por su parte, la única carrera navarra del calendario no conoce aún la suma del dinero que recibirá del Gobierno navarro -60.000 euros el año pasado-, pero el presidente del CC Estella, Ismael Martínez, no concibe alumbrar una prueba deficitaria. "Si no se cubre el presupuesto, no haremos la carrera. No podemos meter al club en un déficit de 30.000 euros porque así nos cargamos todos los equipos de categorías inferiores", dijo, sensato, ayer.
El calendario vasco, que consta de siete pruebas -Indurain, Vuelta al País Vasco, Klasika Primavera, Llodio, Ordizia, Getxo y Clásica de Donostia-, afronta la época más crítica de su historia moderna coincidiendo con el regreso de la Vuelta a Euskal Herria después de años de ausencia. En 2011 el Gobierno vasco socialista, promotor de la vuelta de la carrera española a dos capitales tan emblemáticas como Bilbao y Gasteiz, destinó a ese cometido 150.000 euros. Todas las pruebas que se disputaron en la CAV sufrieron recortes la pasada temporada. Las notificaciones les han llegado ahora, pero ese dinero se destina a cubrir el presupuesto de 2011. El porcentaje del recorte oscila dependiendo de la prueba y tiene consecuencias diversas. Primavera, Ordizia y Getxo se las ingenian para encontrar alternativas y subsistir; País Vasco y Donostia, carreras del World Tour, también pasan por apuros.
Independientemente de la crisis que azota tanto al ámbito público como privado, un hecho incuestionable que fuerza un replanteamiento del modelo de patrocinio institucional, el debate se traslada a otro plano, el de las prioridades. Hay pocos que, desde el prisma exclusivamente deportivo, repudiaran la llegada de la Vuelta a España a Euskadi en 2011, pero si el regreso coincide con el desmantelamiento del calendario vasco, el asunto cambia. "La Vuelta es bienvenida, pero primero hay que cuidar lo de casa", razonaban entonces los organizadores vascos. Patxi Mutiloa, director de Deportes del Gobierno vasco tomó nota y después de que la Vuelta abandonase Euskadi anunció que en 2012 Lakua no destinaría ni un solo euro a la carrera española y que la localidad que quisiera acoger una salida o una meta tendría que asumir su coste íntegro. Eibar, que tendrá un final en Arrate en la tercera etapa solo pagará 30.000 euros por la llegada. El resto, dicen, lo financia la propia Vuelta con capital privado. Lo mismo ocurre con la salida de la bodega Faustino V de esa misma etapa y la de Barakaldo, un día después. Y, sin embargo, había en el Gobierno vasco, a petición del PP, una partida de 200.000 euros reservada para la Vuelta que, tras lograr cubrir su coste por otras vías, se ha destinado, tras un acuerdo socialista-popular, a la Vuelta al País Vasco, que también atraviesa serios problemas económicos.
presentación en Fitur Mañana, el Gobierno vasco presenta con fines turísticos en el stand de Euskadi en Fitur, Madrid, el paso de la Vuelta por Araba y Bizkaia. Lo mismo ha hecho Nafarroa esta semana con la salida de Iruñea que se celebró con orgullo hace unos días en Baluarte de la capital navarra mientras su única carrera profesional corre el riesgo de perderese para siempre.
La paradoja no es exclusivamente vasca. Ocurre también en Asturias, cuya vuelta pende de un hilo finísimo mientras a alguno se le ha ocurrido la brillante idea de pedir una etapa del Tour de Francia.