"A veces tengo dudas"
Armstrong busca la forma que le convenza de que puede volver a ganar el Tour
bilbao. En la antesala del Tour de California, la carrera más prestigiosa de América que aspira a ganar por cuarta vez consecutiva Levi Leipheimer, el inefable Lance, el texano grandilocuente que quizás no sea el mejor ciclista de la historia pese a que nadie ha ganado más Tours de Francia que él, pero que ha elevado el oficio ciclista a cotas insospechadas de prestigio social, se despoja de la coraza de superhombre, de la armadura, el yelmo, la lanza, la bravura y el orgullo, y se humaniza, reconoce al fin su debilidad. "Confío en que vaya a más", dice sobre su estado de forma, "pero yo he sido un ciclista que durante mucho tiempo no he tenido demasiadas dudas, y, sinceramente, ahora de vez en cuando hay días en los que tengo dudas". Es una revelación tremenda.
Porque supone que el ciclista más poderoso del siglo XXI, el americano que gobernó siete Tours sin sentir apenas el aliento de sus rivales en el cogote, que se retiró aburrido de ganar y regresó cuatro años después, con 38, para firmar el hito histórico de ganar el octavo Tour de Francia, no las tiene todas consigo. No confía en sí mismo. Y eso es algo insólito. "Quizás hubo un tiempo en el que ganar el Tour no era una garantía, pero era lo más cercano a esa garantía que podíamos tener. Pero ahora no hay ninguna garantía como aquellas. Estoy cerca de los 39 años y corro con chicos de 20. Chicos jóvenes de gran talento, más que los corredores con los que corría yo cuando tenía 30 años. Alberto, Andy, Frank... Los ciclistas de antes no se pueden comparar con ellos", explicó Armstrong, quien dijo que no era una situación como para hacer saltar las alarmas pero reconoció que no se podía demorar más el momento de que aflorasen las señales positivas. "Entreno fuerte, no me descuido. Y lo más importante que he hecho en ese aspecto es simplificar mi vida social. Lo intento, pero entre mi condición de ciclista profesional, los niños, entre la fundación... Hay veces que la gente me pregunta: ¿Cómo lo haces? Yo sólo quiero llegar a casa de entrenar y poner las piernas para arriba y no hacer nada. Pero no es sencillo para mí. Un día malo, y todo el mundo los tiene, es un golpe para tu determinación. Los he tenido este año. Bastantes. Ahora vengo de una semana de buenos entrenamientos y me siento mejor", sostuvo el líder del RadioShack, quien busca en el Tour de California la forma que le convenza de que puede volver a ganar el Tour. "En eso no hay dudas, todavía creo que puedo hacerlo. La gente sigue pensando que es una locura, pero yo voy a hacer todo lo posible por estar en la mejor forma posible en la salida", zanjó.
En el Tour de Picardie, Koldo Fernández de Larrea acabó segundo en la última etapa y en la clasificación general, en la que se impuso Ben Swift.