La Bira desfallece
La desbandada de los sponsors ahoga la prueba y pone en riesgo su 30ª edición
bilbao. Llevaba la Bira cinco años con la salud mermada, con achaques graves, unas veces en la UVI y otras en casa, encamada, febril casi siempre, desmejorada su imagen divina de los 80 y los 90 en los que ciclistas imberbes -Zulle, Armstrong, Dekker, Marino, Gorospe, todos- anunciaban que alguna vez serían grandes. Arrastraba la Bira ese aspecto macilento que precede a los sucesos luctuosos. Tenía mala pinta. Muy mala. Agarrada a la subsistencia por rescates de emergencia que alargaban su aliento, ahora sólo le queda la esperanza. O algo milagroso: que surja un patrocinador. Porque prácticamente está sin aire, desfallecida, tras la desbandada de sponsors que hace inviable, a día de hoy, que se celebre, como estaba previsto, del 30 de junio al 4 de julio.
Mikel Zarrabeitia, David Etxebarria, Roberto Laiseka y Mikel Artetxe, los cuatro ex ciclistas que por pasión y debilidad sentimental cogieron las riendas de la Bira el año pasado, se han encontrado con que El Correo Español, uno de los patrocinadores que aportaba 15.000 euros, ha resuelto no seguir vinculado a la prueba vizcaina. Es la puntilla, pues semanas antes, en enero, había sido Ipar Kutxa, el principal sponsor en la edición de 2009, el que se había desligado del proyecto, un revés mayúsculo tras el que los organizadores, que ya el año pasado tuvieron que poner, además de trabajo a paladas, dinero de su bolsillo, se plantearon por primera vez no seguir adelante. Se rehicieron, en cualquier caso. Buscaron un sustituto para Ipar Kutxa, incluso tocaron la puerta de la Diputación de Bizkaia, que rastreó el mercado para encontrar un patrocinador que no acaba de llegar. No está la economía para dispendios.
Aún así, Laiseka, Zarrabeitia, Etxebarria y Artetxe no desistieron. Antes que sellar la desaparición, que hincar la rodilla y acabar con casi tres décadas de recorrido, prefirieron aferrarse a una postura extrema; adoptaron la economía del hogar, quitaron un poco de aquí, ajustaron allí, zurcieron un remiendo más allá... Y acabaron alumbrando una vuelta de tres días, dos menos que los cinco habituales, que no contemplaba su paso por Bilbao, pero que, al menos, permitía que la Bira siguiese respirando.
Hubiese sido la segunda gran reconversión de la ronda vizcaina después de que en 2008 limitase la participación a los ciclistas sub"23. Ocurrió cuando el Club Deportivo Ciclista Euskalduna, sociedad que tomó las riendas de la prueba en 2005 relevando a la fundadora Sociedad Ciclista Amorebieta, se encontró en una situación límite, sin patrocinadores para cubrir un presupuesto que rondaba los 270.000 euros, y decidiese abandonar antes que desfigurar la fisionomía histórica de la carrera. La de 2008 fue la primera vez en la que la desaparición rondó a la Bira. La reanimó la Fundación Euskadi, que puso como condición inexcusable que fuese una vuelta sub"23 y que se organizase bajo su responsabilidad durante sólo un año. Después, otro tendría que relevarle en esa función. Fueron los cuatro ex ciclistas, que sacaron la prueba adelante en 2009 de manera sobresaliente y que en diciembre se encontraron con que la crisis económica amenazaba la prueba. Se rebelaron, en cambio. Decidieron mantenerla como fuera, en un formato reducido, pero no contaban con el abandono de El Correo Español, que hace imposible, en estas condiciones, cualquier opción de continuidad, pues necesita ahora un primer patrocinador que aporte el dinero necesario para seguir subsistiendo.
Salvo que llegue ese rescate, por tanto, quedan en el calendario vasco Los Tres Días de Araba, la Vuelta a Bidasoa y la Vuelta a Navarra.