A diferencia de muchos lugares, Euskadi tiene algunas curiosidades que la convierten en un territorio único. Al margen de los iconos, banderas o símbolos, hay un componente que forma parte de la vida social muy ligado a las relaciones personales.
Hablamos nada más y nada menos que de la cuadrilla, un concepto que va más allá de lo que parece y que es de enorme importancia en la sociedad vasca, tal y como aclara el creador de contenido Iñaki Ibaibarriaga, conocido como Guk Green, en su última publicación de redes sociales.
La cuadrilla: más que un grupo, una institución
Según cuenta este influencer, en las tierras vascas, en comparación a otras zonas, es normal mantener el mismo grupo de amistades. Aunque a veces es común conocer gente nueva gracias a la universidad, trabajo, pareja, etc., esta unión se mantiene firme.
Normalmente, la cuadrilla suele crearse en la niñez o adolescencia, y se mantiene intacta con el paso de los años. “Surgen en fiestas de pueblo, campeonatos de mus y bares donde el camarero conoce las preferencias antes de que se pidan”, indica Guk Green.
¿Cómo entrar en una?
Cabe destacar que la cuadrilla tiene sus curiosidades. Hay una muy conocida que señala este creador de contenido: no se admiten nuevos miembros o, al menos, con tanta facilidad. No por ninguna cuestión en concreto, sino porque la relación está muy consolidada. En palabras del influencer, para integrarse en una, hay que superar una serie de pruebas no escritas.
- El fútbol manda
Una de ellas es conocer la historia futbolística local: desde las alineaciones actuales hasta aquel mítico ascenso a Segunda B. Así las cosas, el fútbol es la base de muchas tardes y, pase lo que pase, la cuadrilla tiene prioridad si hay derbi.
- Resistencia con el alcohol
Otro desafío para acceder a una cuadrilla es demostrar resistencia con los txikitos, los clásicos vasos de no que se beben “como si no hubiera mañana”. Porque, según explica Guk Green beber es una forma de vida.
- Temas de conversación
Hay más requisitos para formar parte de una cuadrilla. Uno de ellos es que no se permite la charla introspectiva. Es decir, nada de hablar de miedos, sentimientos o decir que “te gusta el Acuarium”. En su lugar, mejor centrarse en el menú del día, el poteo o el partido del fin de semana.
- Apodos únicos
Por si fuera poco, cada miembro nuevo debe aceptar el mote que le ponga el grupo, generalmente suele ser sin previo aviso y poco favorecedor. Y, para Guk Green, “si no te gusta, mejor”. Una vez se haya recibido, será la seña de identidad o carta de presentación durante años.
Unidos para siempre
A pesar de todas estas pruebas para ser uno más, la cuadrilla se distingue por algo único: el sentido de pertenencia. Porque no es un grupo más para pasar el rato, es una segunda familia. Por mucho que cueste, si logras entrar en una, nunca estarás solo.
Guk Green también recuerda que la cuadrilla siempre “sigue ahí”, “hablando del mismo partido y brindando con los mismos txikitos”. Dicho de otro modo, es como el “pimentón en los talos”. Si no estabas desde el principio, cuesta encajar, pero si lo haces, ya nunca te irás.