María, una joven sevillana, ha capturado la atención de muchos con su historia inspiradora sobre cómo logró obtener el nivel C1 de euskera, una lengua que no formaba parte de su vida cotidiana hasta que decidió embarcarse en esta aventura.

A través de un vídeo de TikTok que se ha vuelto viral, María comparte su experiencia, desde su primera conexión con la cultura vasca hasta su dedicación y esfuerzo para dominar la lengua y cumplir su sueño de vivir en Urdaibai y trabajar como profesora. Su relato no solo es un testimonio de perseverancia, sino también una celebración del poder de la música y la cultura en el aprendizaje de un nuevo idioma.

El inicio del viaje

Desde muy joven, María mostró interés por la cultura vasca, aunque no conocía el euskera. Su primer contacto con la lengua se produjo de una manera muy especial: a través de la música. En sus años de adolescencia, asistía a las tradicionales "erromerías," fiestas populares donde se celebran danzas y canciones vascas.

Aunque al principio no entendía las letras, se sentía atraída por la melodía y la energía de las canciones. “Me encantaban las canciones. Aunque no entendía ni una palabra de lo que decían, me aprendía las letras”, relata María en su vídeo. Esta conexión emocional con la música fue el primer paso que la llevó a querer aprender la lengua.

@mariaeche29 Nire lorpenik handiena 🫰🏼(hurrengo istorioa euskeraz 😬) #8apellidosvascos ♬ sonido original - MARÍA ECHE

La decisión de mudarse y estudiar euskera

Para María, el sueño de vivir en Urdaibai y trabajar como profesora en Euskadi requería un dominio avanzado del euskera. Tras completar sus estudios de magisterio en Sevilla, decidió mudarse a esta región y comenzar desde cero en la lengua.

Su primer paso fue inscribirse en un euskaltegi, donde empezó a estudiar euskera desde el nivel A1. Recuerda esos primeros días como un periodo divertido y estimulante. “Fue un año de mucho vocabulario, pero me lo pasé genial. Los profesores me dieron una base muy buena que más tarde me sirvió para continuar avanzando”, afirma María.

Superando obstáculos y desafíos

A medida que avanzaba en su aprendizaje, María se enfrentó a numerosos desafíos. Después de completar el nivel A2, continuó con el B1 y, más tarde, se trasladó a Bilbao para seguir con el B2. En esta etapa, las dificultades aumentaron. “El B2 fue un salto importante, me costó más, pero me ayudó mucho que estuviera rodeada de gente que hablaba euskera todo el tiempo”, señala. Para complementar su aprendizaje, escuchaba música en euskera y seguía cuentas en redes sociales en el idioma, lo que le permitía mejorar su comprensión y vocabulario.

El verdadero reto llegó al enfrentarse al nivel C1, el cual describió como el mayor desafío de todos. “El C1 fue lo que más miedo me dio. Además, el euskera que yo conocía era el estándar, el 'euskara batua,' y cuando llegué a Bilbao, me di cuenta de que la gente hablaba con un euskera muy diferente, el de la zona”, explica. A pesar de las dificultades y el miedo, María no se rindió. Se inscribió en la escuela de idiomas de Bilbao y se comprometió a estudiar con seriedad, a pesar de tener que compaginar su trabajo en un colegio con sus estudios.

Puente del Ayuntamiento de Bilbao. Pixabay

El apoyo de sus seres queridos

María también reconoce que su éxito no habría sido posible sin el apoyo constante de su entorno. “Mis profesores, mis amigos, mi familia, e incluso mi novio, que es vasco, me animaron todo el tiempo. Ellos me ayudaron muchísimo a no rendirme”, menciona.

El apoyo emocional fue crucial, especialmente durante la preparación para el examen oral, donde experimentó ansiedad y pesadillas. “Tuve pesadillas con el examen oral, pero al final, lo conseguí”, explica. Aunque el examen oral fue desafiante, María encontró su punto fuerte en la escritura, ya que le permitía reflexionar y corregir su trabajo.

La recompensa del esfuerzo

Finalmente, tras meses de esfuerzo y dedicación, llegó el día del examen y María logró obtener el título C1 de euskera. “Cuando vi la nota, lloré. Nunca había llorado por un examen, pero este significaba mucho para mí”, confiesa emocionada. Este logro no solo representa un hito en su carrera, sino también la culminación de un sueño que comenzó con una simple conexión con la música vasca y una pasión por la cultura.

Un grupo de estudiantes, en un aula del euskaltegi. Archivo

La belleza y particularidad del euskera

El euskera es una lengua única que no se parece a ningún otro en el mundo. Su origen es un misterio, lo que le añade un atractivo especial y un aire de enigma. La lengua no pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas, lo que significa que su gramática y vocabulario son radicalmente diferentes de los idiomas más comunes en Europa. Este carácter singular no solo lo convierte en un desafío para los aprendices, sino que también es un símbolo de la identidad cultural del pueblo vasco.

Aprender euskera es, para muchos, un viaje de descubrimiento que trasciende las barreras lingüísticas. A través de su riqueza literaria, sus canciones tradicionales y su fuerte presencia en la cultura popular, el euskera conecta a las personas con sus raíces y tradiciones. Para María, este aspecto ha sido fundamental en su proceso de aprendizaje.

La importancia de preservar el euskera también se refleja en su uso en la educación, la música y la vida cotidiana en Euskadi. Esta lengua no solo permite a sus hablantes comunicarse, sino que también les proporciona una conexión profunda con su historia y su comunidad. Así, el euskera se convierte en un vehículo de expresión cultural que trasciende fronteras y une a personas de diversas procedencias, haciendo de su aprendizaje una experiencia enriquecedora y transformadora.

La historia de María es un ejemplo inspirador de cómo la dedicación, la pasión y el apoyo pueden conducir al éxito en el aprendizaje de un nuevo idioma. Su viaje desde Sevilla a Urdaibai, marcado por el amor a la música y la cultura vasca, demuestra que los desafíos pueden ser superados con esfuerzo y determinación.

Su experiencia resuena con muchos que buscan aprender un idioma, recordándonos que la conexión emocional con la cultura es un poderoso motor en el proceso de aprendizaje. María ha demostrado que, con la actitud correcta y la motivación adecuada, cualquier sueño es alcanzable.