Allá por 2005, la por entonces ministra de Vivienda del Gobierno de España, la socialista María Antonia Trujillo, anunció un plan de vivienda que incluía minipisos de 30 metros cuadrados para que los jóvenes pudieran emanciparse y alquilar por un precio económico. Se le echaron encima, argumentando que en esa superficie no se podía vivir con dignidad.
Viendo lo que se ofrece hoy en día, sobre todo en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, uno de 30 metros cuadrados parece hasta un lujo. La dificultad para independizarse por los bajos sueldos de los jóvenes, el alto precio de la vivienda y los abusivos precios de los alquileres han llevado a muchos propietarios a poner en venta o en alquiler auténticas infraviviendas, sótanos, entreplantas o garajes convertidos en apartamentos en los que uno apenas puede moverse, y menos aún pensar en llevarse muchos objetos personales.
Uno de ellos se ha puesto en alquiler en Barcelona, en el barrio de Poble Sec, al pie de la montaña de Montjuïc. Y ya empieza con trampa, porque ofrece un alquiler de temporada, “entre 32 días y 11 meses”, para así no cumplir un año entero y poder esquivar la nueva Ley de Vivienda. ”Acogedor estudio de alquiler en el barrio emergente de Poble Sec. Los espacios de esta vivienda están muy bien distribuidos, ideal para un estudiante o joven pareja, con dormitorio, cocina y salón”.
Todo suena bastante bien si el dormitorio, la cocina y el salón no fueran la misma estancia y la superficie total del apartamento no se quedara únicamente en 10 metros cuadrados, absolutamente insuficiente para una “joven pareja”. Quizá por eso el anuncio habla de lo cerca que está el estudio de muchos lugares de interés más que de la propia vivienda, porque está claro que quedarse en ella no es lo más recomendable.
Porque para más inri se trata de una entreplanta interior, cuya única luz natural llega a través de un ventanuco en el minibaño que da a un patio de luces. Lo demás es una única estancia, con una pequeña cocina frente a una cama-sofá de 90 y una pequeña mesa, todo bastante renovado, eso sí. Aunque las fotos están hechas con gran angular para que parezca más espacioso; basta con ver lo panorámica que aparece la televisión en una de las imágenes para darse cuenta.
Y todo ello por casi 800 euros al mes (795). Y eso que ha bajado el precio después de que una tuitera indignada lo compartiera en la red social X, acusando al portal inmobiliario que acogía el anuncio de no ofrecer "viviendas dignas". En ese anuncio el precio era de 845 euros, pero, probablemente por el revuelo, ese piso ha desaparecido de esa plataforma, aunque sigue anunciándose en otras a 795 euros.
