Concierto en el 50 aniversario del fallecimiento del poeta Gabriel Aresti

CONMEMORARON ayer el  50 aniversario de la muerte de Gabriel Aresti. Lo hicieron a tres voces Euskaltzaindia, la Sociedad Coral de Bilbao y el propio Teatro Arriaga dando vida al proyecto artístico ‘Abendua Arestiz’. 

Era más que un concierto. Más que una actualización musicalizada de poemas del influyente autor de ‘Harri eta herri’. Nada menos que el bertsolari, escritor y poeta Jon Maia sobre el escenario. Y el guitarrista y músico Rafa Rueda. Con una banda integrada por Antton Telleria a la batería; Antxon Sarasua a los teclados; Ander Ederra Arruti a la guitarra eléctrica; y Joanes Ederra Arruti al bajo. Ofició de presentadora Malen Atuna Biteri. 

Gabriel Aresti con un sonido de hoy. Como si no llevara medio siglo en silencio. Aunque nunca calló.

Eso si, las verdaderas voces, porque son las del futuro, las del Gabriel Aresti de mañana, correspondieron a Euskeria Abesbatza, la sección joven de la Sociedad Coral de Bilbao.  Una treintena de rostros llenos de porvenir, la mayoría mujeres. 

Media hora antes del concierto calentaban las cuerdas vocales en la sala polivalente del Teatro Arriaga  a las órdenes de su director, Urko Sangroniz, y atendiendo al exigente piano de la profesora de canto, Marta Ubieta. Se trataba, por ejemplo, de Naia Failde, Carlos Rodríguez o Sara Pereira. Sonreían sin asomo de nervios, como si fueran a actuar en el instituto en lugar de bajo el telón encarnado del Arriaga. Se mezclaban distintos tonos,  por grupos, cada cual con su partitura, formando torbellinos ululantes.

Mientras, las autoridades aguardaban la llegada de la viuda del recordado poeta bilbaino fallecido en junio de 1975, Meli Esteban, y su hija Andere Aresti. Las recibieron calurosamente, con una especie de merecida veneración vicaria.

Eran el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, la diputada foral de   Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arizabalaga; o la concejala de Euskera, Atención y Participación Ciudadana del ayuntamiento de Bilbao, Eider Inunziaga; además de, por supuesto,  la gerente de la Sociedad Coral de Bilbao, Carmen Martínez Guerra, para quien era “muy importante que Euskeria Abesbatza participe en este homenaje al poeta, porque, además, lo hacemos través del coro joven, con lo cual les damos a conocer una figura tan importante como la de Gabriel Aresti”.

Acudieron el director gerente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa, Iñigo Alberdi; el miembro de Euskaltzaindia Erramun Osa; el escritor, traductor y presidente de  Gabriel Aresti Kultura Elkartea, Xabier Monasterio; el director de Euskera de la Diputación, Isaac Amezaga; o la directora de Euskera del ayuntamiento de Bilbao, Marijo Arrieta.

La edil Angélica Orozco, estudiante de Gabriel Aresi Euskaltegia, se presentó en compañía de Aydé Gutiérrez, Ivone Valle y María del Carmen Navarro, que van a clases de euskera en el centro cívico de San Francisco, y Claudia Montoya, que aún no se ha decidido. 

El escritor Unai Elorriaga, reciente premio Euskadi de Literatura, llegó al evento con Sonia Flores.

Se escucharon ‘Nire Izena’, ‘Bilbaoko kaleak’ o ‘Egia bat esateagatik’. También un poema de Jon Maia inspirado en ‘Nire aitaren etxea’. Y temas de Aita Donostia y José Uruñuela por una lado. Por otro, canciones de Errobi, Niko Etxart, Mikel Laboa o Juan Carlos Pérez.

En esa cremallera temporal cantada por voces jovencísimas en la que los versos de Aresti cosían a Aita Donostia con Mikel Laboa quedó patente la trascendencia cultura del poeta bilbaino. Sobre la platea del flotaron voces que dejaron patente que Gabriel Aresti no ha perdido ni pizca de vigencia 50 años después.

Disfrutaron del espectáculo Alvaro Beobide, Noelia Barrabeo, Ane Ruiz-Olalla, Marina Massidda, Fernando Ortiz de Urbina, Jenny Muela Justo o Gorka Ezkerra.