Ppdía ser el santo patrón de los osteopatas y fisioterapeutas. Pero es el de las gentes de la publicidad. Nos referimos a San Pablo caído del caballo. Porque San Pablo como tal se celebra, junto a San Pedro, cada 29 de junio. El 25 de enero es la festividad de la caída de Pablo del jumento camino a Damasco. Y, desde luego, a quien tal le suceda requerirá, como poco, servicios de osteopatía y fisioterapia. Al propio Pablo de Tarso le tuvieron que acarrear a las urgencias de principios del siglo I, porque tuvo visiones, luego perdió la vista y hasta quedó privado de consciencia a consecuencia del costalazo.

Pero tate. Está bien traído lo de Pablo a la publicidad. Para empezar, por el renaming. Que el hombre se llamaba Saulo. Pero aquello sonaba muy local. Muy hebreo. Y se cambió a algo más moderno, más romano, más global: Pablo. Un acierto.

Claro, también está lo del marketing directo: San Pablo escribió y mando catorce cartas, las famosas epístolas, que funcionaron tan a tope que se siguen leyendo. Cuántas agencias sueñan conseguir lo mismo con sus buzoneos o newsletter.

Y qué decir de la organización de eventos. Las reuniones que montaba San Pablo fueron un exitazo incluso a nivel internacional.

La sala de Galerías Isalo se llenó de profesionales de distintas agencias que compiten durante todo el años pero celebran juntos

Sin olvidar lo fundamental: logró que todo el mundo conociera y se sumara a lo más intangible imaginable: un mensaje espiritual cuya recompensa principal se obtiene en otro mundo. Eso dejando a un lado sus indudables capacidades logísticas y de gestión de recursos humanos. En consecuencia, resulta que San Pablo caído del caballo, que ese fue el momento preciso del briefing en el que recibió el mensaje a difundir, es un merecidísimo patrono de las agencias de publicidad. Y como resulta que el 25 de enero toca según los caprichos del calendario, el sector decidió celebrar el festivo cada último viernes de enero. Por lo que el sarao se monta la víspera. Que es lo que nos ocupaba ayer.

A pesar de la competencia de otro destacado miembro del santoral, San Mamés, el cóctel fue un éxito de concurrencia. Aguardaban a pie de escalinata del Bombón Club de Galerías Isalo el presidente y la secretaria de la Asociación de Agencias de Publicidad de Bizkaia, José Félix Ruiz, de Trup, y María Caballero. Junto a ambos, Aitor Zumelzu, de Vals, comisionado por la junta directiva de la asociación para organizar el evento desde hace casi una década. “Me decanté por proponer una encuentro de pie, un cóctel, para que la gente pudiera moverse y conversar. Antes solía organizarse como una cena sentada en locales muy serios y tradicionales. Parecía una reunión de notarios en vez de una fiesta de personas dedicadas a la creatividad”, explicaba un Zumelzu cuyo sueño es lograr un día que todo el mundo acuda disfrazado o, al menos, con sombrero. La finalidad del evento es alimentar conversaciones, generar relaciones y hasta posibles colaboraciones.

Acudieron a la celebración del Día de la Publicidad, Gabriel Sanmartín, de Proximia; Angel Núñez, de Pregón; Ana Aurtenetxe, Josune Iratxeta y Eduardo Gallo, de Aurman; Libia de la Fuente, de Síntesis; Víctor Enrique, de Global; Connie San Sebastián, de Expressive Media Projets; o Miguel Ramos, de Llesell.

No faltaron Ramón Mandiola, José Luis Seijo, Belem Horas, Koldo Marcilla o Willy Díez Vergara.

De los medios de comunicación asistieron Amelia Sancho de la Garza, directora de Comercial y de Publicidad de DEIA; Antón Ilarduya, coordinador comercial de Grupo Noticias; Eduardo Vázquez, de Prensa Ibérica; el director de Bizkaia Irratia y Radio Popular, Jabi Onaindia, con su gerente, Manu Agirre; así como Jon Gómez y Lucía Martínez, de Radio Nervión; o Celia Albizu, de Onda Cero.

También se dejaron ver en Bombón Club Marta Méler, Sofía Mugarza, Angel Sáinz, Jon Kortazar, Biotza Villanueva o Judith González.