En los tiempos medievales, herreros, carpinteros y albañiles, por citar sólo tres ejemplos, eran oficios artesanales. Los trabajadores no calificados no alcanzaban tal categoría. Y existía una jerarquía de habilidad y prestigio entre los artesanos. Hoy en día se considera persona artesana aquella que hace un trabajo creativo y atractivo con sus manos, como la joyería o cerámica. Invocando aquel espíritu cuando ayer se inauguró la feria de artesanía Gabon art, allá en el Muelle del Arenal, a uno le entraba la tentación de acudir a la cita con jubón, calzas, y, si me apuran, incluso con cota de malla.
Esa escena hubiese sido todo un espectáculo. Por desgracia, no ocurrió. Al corte de la cinta acudieron el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto con la nueva presidenta de Arbaso, Verónica García, quien toma el relevo de una leyenda artesana como Bernat Vidal, un hombre que ha dejado poso en el oficio, y autoridades de la talla de Amaia Arregi, Itziar Urtasun, Kontxi Claver, Nora Abete, Xabier Jiménez, Esther Martínez, Paula Garagalza, Esteban Goti, Alberto Renedo y Marta Mencía entre otras personas que se acercaron al vuelo de las tijeras. Una bomba de calor bajo la carpa de Gabon art se agradecía de lo lindo en la fría mañana.
“Cuando un hábil artesano ama y acaricia su trabajo se convierte en un artista”, dijo Renoir. A esa estirpe pertenece, pongamos por caso, Mirien Unzurrun, en cuyo puesto textil, como en alguno más, se detuvo el alcalde y la comitiva consiguiente. Miriam Miguel, junto a Ainhoa Aristizabsal y Unai Arsitizabal entre otros, daban la bienvenida a la concurrencia mientras que Idoia Gutiérrez, en nombre de DEIA e involucrada en la feria, saludaba a mujeres artesanas como María Elorriaga, de Matxi, y Marta del Olmo, de Bitxo Bola. Iker González, Aitor Etxebarria, Markel Bilbao y Kerman Garate, entre otros miraban, a distancia y con admiración, las pulidas y bien talladas tablas de Abian Skateboards. Era uno de los puestos con más atracción por su atractivo. Zure Berri mostraba sus habilidades con la madera y cerámica Buia alzaba a la aristocracia al humilde barro. Un taller de cuero por un lado y el abrigo de Sacotermia, una iniciativa de Josune Oyarzun que hacía frente a los rigores del frío. Allí compraron Mariví Riol y la periodista de Onda Vasca Teresa Martín.
Sin decidirse en dónde detenerse y qué comprar tres jóvenes –Miren Erdoizia, Batirtze Mendia e Inés Erdoizia– saltaban de puesto en puesto, Esmeralda Herlo, junto al fotógrafo Andoni Renteria, buscaban historias y gente de la calle como María Jesús Aranguren, Teresa Marañón, María Luisa García, Isabel Fuentes, María José Benguria, Jon Madariaga, Aitor Martínez, Gorka Palacios, Miren Bilbao, Karlos Zulueta, Maite Alonso y Alazne Atutxa curioseaban, buscaban regalos, se admiraban con el poder creativo de las manos y, por qué no decirlo, se refugiaban del frío.