SALDRÉ del escaparate, cuando todo haya acabado y me pasearé tranquilamente sobre las ruinas. Dispondré de la tierra entera para mí”, dijo Henry Miller en su célebre novela, Trópico de Capricornio. Viene al caso está reflexión, ahora que corresponde hablar de los escaparates de Navidad, un tiempo también agotado. Todavía quedan los reflejos de luces en el crepúsculo y ha sido hermoso recordar esas tierras alumbradas, tres de los 28 escaparates participantes, expuestos desde el 13 de diciembre de 2023 hasta el 5 de enero del presente año. Les hablo de un concurso de escaparates de Navidad que organiza Deusto Bizirik, la asociación que preside Julia Diéguez y cuyos hilos maneja, en el día a día, Ignacio Aguirre.

Permítanme recordarles que la vida se alimenta con todo aquello que entra por los ojos. Cualquier desafío que se pone ante nosotros tiene un peligro: o gratificante o maligno. “Logro resistirlo todo, salvo la tentación”, nos dijo Oscar Wilde. Y esa reflexión encaja como un guante en la historia que hoy vengo a contarles: la entrega de los galardones de la octava edición del renovado concurso de escaparates de Deusto (el anterior se fechaba en 2004 y el certamen renació doce años después...), donde, en efecto, se iluminan las tentaciones. El reto era el de conquistar a los transeúntes con los anzuelos que lanzan desde sus escaparates o a través del adorno de algunos de los árboles de Navidad. Acaba de saberse el veredicto de un jurado que juzgó con frialdad cirujana a los participantes.

Fue todo un encuentro entre gente que se animó con la Navidad. El galardón al árbol mejor decorado fue para la peluquería CK Estilistas, representada por José Ignacio Pablo, Cristina Puente y Marian Bartolomé. El árbol recuerda a un abeto bañado con copos de luz e hilos de luciérnagas que les rodean y unos lazos rojos que todo lo empaquetan.

Digamos que los premios a los mejores escaparates fueron para Malda Bikes, en cuyo nombre recogieron la distinción Zugatiz Ayuso e Iratxe Mediavilla; la zapatería Tus pasos, con Desireé Sánchez, Rubén Rodríguez y Paola de la Fuente recreando una atmósfera oriental en rojo, con kimonos, abanicos y máscaras, una invitación a viajar a Oriente; y la juguetería Afede, representada por José Luis González, Idoia González e Isabel Fernández, una invitación a la diversión tras los cristales. De todas estas maravillas se habló en el cóctel que abrochó la ceremonia celebrada en la sede de Deusto Bizirik.

Esas fueron las conversaciones más alegres. Hubo otras, previas a la entrega de los premios, donde se ponderó el comercio de cercanía, de proximidad. Ese comercio que engatusa a la ciudadanía a nada que se practique con calidad y soltura y la calle recuerde, qué sé yo, al salón de casa. En los discursos oficiales tomaron la palabra la propia Julia Diéguez, presidenta de Deusto Bizirik; Jesús María García de Cos, viceconsejero de Turismo y Comercio del Gobierno vasco, y Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo. Además de los ya nombrados, escucharon estas palabras el presidente de Ceconi, Pedro Campo; Mikel Arieta-Araunabeña, Antonio Seco; la emisaria de la Diputación Foral, Izaskun Artetxe, concejales como Yolanda Díez y Ángel Rodrigo; Gonzalo Fernández y Juan Antonio Alonso, Beltza, consejeros del distrito; Iñaki Arce, Ángel Sanmamed, María Cereceda, Montxu Martínez, Laura Batán, Alberto Ruiz, de ACE Barakaldo; Teresa Ferrero y Zulema Blanco, de la Asociación de Comerciantes de Sestao; Diego Etxebarria, Rosa Arzamendi y Olatz Zalbide, de la Asociación de Comerciantes de Erandio, y un buen puñado de gentes que se acercó a la celebración y el encuentro. Algunos de ellos ya piensan en qué figuras recrearán el año que viene, cuando los escaparates reluzcan de nuevo.