ENTRE el agua de azahar, la fruta escarchada, y demás ingredientes esperaba ese otro secreto, tan propio de estos días: la ilusión. Es un sentimiento de felicidad inherente a la sorpresa, sí, pero también a la solidaridad, a ese echar una mano que tanto reconforta. Hoy, cuando hayamos cruzado el equinocio de las grandes esperanzas a lo largo de esta pasada noche, muchos de los hogares vivirán una mañana cargada de sopresas. Para algunos de ellos será un remanso en medio de las aguas bravas de la vida, que tan violenta les bajan.
Con el deseo de ayudar a la infancia más desfavorecida, envuelta en el turbión de las situaciones de riesgo de exclusión y los remolinos de la pobreza, Cáritas Bizkaia, la entidad que preside Carlos Bargos, ayer acompañado para la ocasión por Ana Sofi Telletxea, encargó la elaboración de un roscón solidario de 320 metros de longitud si se colocase en línea recta para su venta popular –un euro por cabeza...– en packs reciclables en la Plaza Nueva. Lo hicieron con la intención de recaudar fondos para proyectos de apoyo a la infancia y contaron con la colaboración de 40 voluntarios –Martín Rojas Fernández, Marilú Rodríguez, María Marcelino, Begoña Gutiérrez o Lourdes de Miguel entre otros...–, la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, con Rosa Pardo, Susana Alaguero, Janire Torbisco o Luis Arbiol entre otros; la Asociación de Panaderías de Bizkaia, representada por Pilar Alonso; Nekane Narbaizaza y la tropa de Lapiko catering; Amaia y Gaizka Aseguinolaza, de Iruña cartering; Lorena Taibo y los suyos, de Baqué, gente de Kaiku, la difusión de Engranaje Publicidad, y el patrocinio de Laboral Kutxa, con Joserra Taranco al frente.
Les ayudaron en el reparto el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el obispo, Joseba Segura; Manu Moreno, Óscar Seco, Miguel Ángel Rodríguez, Juanma Seco, Teresa Laespada, Óscar Murillo, Itziar Urtasun, Juan Ibarretxe, Nora Abete, Álvaro Perez; el presidente de Bilbao Dendak, Rafa Gardeazabal; la presidenta de Bilbao Basket, Isabel Iturbe, Manolo Delgado (comentaba la ilusión que le hizo acompañar a Iñaki Sáez a Lezama días atrás, 10 años después...), el pelotari Mikel Urrutikoetxea, Begoña Rey, junto a sus hijos, Peio y María Vilabrille; Lidia y Gader López Aseguinolaza; Ainhoa y Kerman Aseguinolaza: Soufiane Alamouch, Jenifer Alonso, Aquilino Gómez y otra gente de bien.
