UE una tarde de atracones, gastronómicos y literarios. Una de esas de las que cualquiera que visita en su doble vertiente, un concurso de pintxos y la presentación de un libro, sale colmado y satisfecho, con los apetitos bien saciados. Por guardar un orden cronológico diremos que todo comenzó a primera hora vespertina, cuando el hotel Ilunion de Rodríguez Arias se engalanó para la organización de la final del VI concurso de pintxos de BilbaoCentro, un cruce de guantes culinarios de primera magnitud. No en vano hubo seis finalistas de altura. Recordémoslos: Jesús García, del 13 de Henao; Iván Martínez, del restaurante Aritz; Josu Muñoz, embajador del gastrobar Zalea; Fermín Álvarez, cocinero del restaurante Olagarro; Emiliano Servilio de Anmaren Hambueyseria, y Marco Antonio Castañeda, cocinero de Zurrukutuna, al fin y a la postre ganador del VI concurso de pintxos de BilbaoCentro con un bocado exótico, la zamburiña Nikkei. El veredicto de la gran final corrió a cargo de un jurado formado por el chef del Ynadiola, Ricardo Pérez; el instructor de cocina Aingeru Etxebarria, Vanesa Pérez Sanemeterio, y Pedro Prieto, emisario de la cofradía de la Makila.

Poco después mataba el nervio el escritor y periodista de DEIA, Igor G. Vico, haciendo tiempo para que llegase la hora de la presentación de su primera novela, La niña de las sienes plateadas, forjada en la fragua de la ciencia ficción. Le acompañaron en la aventura de la conversión en un escritor de oro pulido el poeta Santiago Liberal y la editora María José Mielgo. Saben bien los sudores que conlleva sacar buenass piezas de las minas de la imaginación.

Retrocedamos a la primera hora de la tarde de ayer. La final se libró en directo, con los cocineros preparando sus creaciones al aire libre, fue presenciada en silla de ring. A ras de fuego. A la cita acudieron, entre otros, el concejal Koldo Narbaiza; el gerente de BilbaoCentro, Jorge Aio, la directora artística, Olga Zulueta; la presidenta de Deusto Bizirik, Julia Diéguez, otros integrantes de la cofradía de la Makila como Borja irizar, Javier Basterretxea, Diana Rosique e Iker Axpe; Begoña de la Cruz, Marta Fernández y un buen número de asistentes que no se perdieron detalle de las seis elaboraciones que despertaron los jugos gástricos de todos cuantos no quisieron perderse detalle de unas elaboraciones de alta costura culinaria.

Quienes le siguen en sus crónicas literarias de pelota en DEIA saben bien que a Igor G. Vico le late un escritor por dentro. Ayer dio a luz el fruto de su imaginación, la novela fantástica, tanto por el género literario y por su calidad literaria, titulada La niña de las sienes plateadas. Igor culpó a su compañera de vida, Miriam Pérez, de la gestión de esta obra. Preso de las angustias de la pandemia y sus cnsecuencias ella tuvo una ocurrencia: escríbele un cuento a tu hija que va a nacer. La intuición les falló a ambos: Oiñat García Pérez no niña sino niño y el cuento fue creciéndole en su cabeza y en sus manos hasta convertirse en una gran novela que edita Maria José Mielgo y que ayer presentaron, con la compañía del poeta Santiago Liberal, en la librería Cámara, donde Patricia Millán no daba abasto con la ventas. Pulió todo lo que había en venta. Igor agradeció a su hijo sus primeras palabras cuando balbuceaba y recordó a Ken Follet y a Carmaen Mola que era un error publicar en otoño, como él. Habló de Dos, una niña de siete años, pero será mejor que lean el libro. Lo harán muchos de los presentes entre los que estaban Joana Pérez, Nagore Marcos; don Juan de Larrauri, Edu Oyarzabal, Jokin Victoria de Lecea, Josu Muñoz, Susana Pérez, María Llamas, Loli Conde, Eric Trepaina, Marta de la Hoya, Txema Ollate, Begoña Irigaray, Pilar Terreiro y un buen número de familiares, amistades y gente amante de la buena literatura. La que practica Igor con mucho gusto.

La zamburiña Nikkei, del Zurrukutuna, ganó el VI concurso de pintxos de BilbaoCentro, celebrado en el hotel Ilunion

El escritor y periodista de DEIA, Igor G. Vico, presenta su primera novela, 'La niña de sienes plateadas', en la librería Cámara