YER fue el último viernes del verano. Pero parecía el primero. A mediodía, la plaza del Arriaga brillaba bajo el sol, atestada de paseantes y grupos de turistas que escuchaban a sus guías explicar la estructura de las Siete Calles en otros tantos idiomas. Como si la pandemia hubiera sido un mal sueño. Pero para entrar al coliseo bilbaino era preciso dar cuenta de la temperatura corporal ante una pistola-termómetro y ceñirse la mascarilla. La realidad testaruda se obstina en aparecer incluso tras las puertas de los teatros.

En el foyer, esa especie de entresuelo de bizcocho de frambuesa y nata de la enorme tarta que es el Arriaga, la Asociación Artística Vizcaína entregaba sus premios Acrósticos 2021. Los recibirían la actriz Itziar Lazkano, la sala Pabellón 6, que cumple década, y el Museo Vasco de Bilbao, que celebra siglo. La actriz y dramaturga Irene Bau representó a la sala teatral que ha revolucionado la Ribera de Deusto, mientras que Sorkunde Aiarza, acudió en nombre del museo que coordina. Por si esto fuera poco, Amagoia Loroño, directora de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao, y el genial Jon Mujika, propietario de esta sección que usted lee y otras a lo largo de este diario, recibieron sendas insignias de oro por "su colaboración desinteresada y permanente".

Instaurados en 1997, estos reconocimientos poéticos son concedidos por la Asociación Artística Vizcaína anualmente a un par de cómicos o compañias teatrales. A partir de 2005 añadieron el que se otorga a personas o entidades que contribuyan a la propagación de la causa del bilbainismo mediante su probado botxerismo militante.

Los reconocimientos surgieron en el seno de las legendarias Tertulias Poéticas de los Martes en Bilbao que se celebraban en el Café Boulevard. Hasta la fecha, nada menos que Nati Mistral, Pere Ponce, Anabel Alonso, Maribel Salas, Ramón Barea o Maribel Verdú pueden presumir de lucirlos en sus anaqueles. En tanto, el bilbainismo militante ha sido reconocido a Ramón García, al funicular de Artxanda, a K-Toño Frade o al propio Juan Mari Aburto, actual alcalde la villa. En 2008 este último galardón correspondio al recientemente desaparecido maestro del humor gráfico Luis del Olmo. Duante el acto de ayer, su hijo, Txemi del Olmo, procedió a una lectura emocionada del acróstico compuesto en honor a su padre. Acudieron al acto, el alcalde, Juan Mari Aburto, además de Amaia Arregi, Itziar Urtasun,Gonzalo Olabarria, Alfonso Gil, Yolanda Díez, Raquel González,Gabriel Rodrigo entre otros miembros del consistorio. Asistieron integrantes de la Compañía Joven de Pabellón 6, como Sandra Martín Gómez o Galder Sacanell. El hermano de Amagoia Loroño, y gerente de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao, Asier Loroño, que charlaba con Iñigo Uriarte. Por supuesto, no faltaron María José Rodríguez, Fernando Zamora y María José Plaza, autores de los acrósticos ganadores.

Disfrutaron del evento, entre otro buen puñado de personas, María Ángeles Pérez Ondiviela, María José Domínguez, Antonio Pérez Sicilia. Isabel Martínez,José María Medrano, Keni Orúe, Elena Bolsoni, Dorita Busto y Sahara Vicente.

Permanecieron atentos y al cargo de todo, el presidente de la Asociación Artística Vizcaína, el poeta Jose Ramón López o Misere Joseph; su adjunta, la pintora Nistal Mayorga; y el relaciones públicas de casi todo, Marino Montero.

Perfecto, divertido, fresco y eficaz, con terno palo de rosa y azabache, ofició de maestro de ceremonias, Joseba Solozabal, a quien López presentó como "admirado y querido comunicador que viene a proporcionar alegría y pomposidad al evento".

Al recoger su insignia, Jon Mujika afirmó que "el arte provoca, el arte emociona, acompaña, consuela y da felicidad". No es poco cuando ya se anuncia el otoño. Hará falta arte.