ARA muchos de nosotros, los torpes con los números, hubo un tiempo en que las matemáticas eran un asunto tan arduo como una institutriz victoriana empeñada en transmitir una exquisita educación. Cuando dejó de convertirse en una asignatura que había de superarse aunque fuese con pértiga, el asunto cambió. Empezamos a ver cómo las matemáticas estaban impresas en multitud de nuestros quehaceres diarios y te habían dejado determinado poso: al menos el de tener un método para ordenarte la vida, que no es poco.
"La diferencia entre la poesía y la matemática es que el poeta intenta meter su cabeza en los cielos, mientras que el matemático intenta meter los cielos en su cabeza", nos dijo G. K. Chesterton, revelándonos parte de ese mundo oculto que muchos no entendíamos. Galileo Galilei nos dijo que ese es el lenguaje con el que Dios creo el mundo y Charles Darwin habló de las matemáticas como si fuesen un sexto sentido. Todo ello es muy hermoso pero a los duros de mollera una ecuación de segundo grado nos parece todo un calvario. Qué le vamos a hacer.
Les cuento todo esto recién llegado de la biblioteca de Bidebarrieta, donde Bidebarrieta Kulturgunea dio ayer por inaugurado el proyecto Marzo, el mes de las matemáticas. Lo hizo mediante una charla que descubrió, para los profanos, un curioso uso de las duras matemáticas. Lo hizo mediante una charla titulada 11 retos en el fútbol desde una perspectiva matemática, de la mano de Jon Larruskain, quien trabaja en el Servicio Médico del Athletic tras haber sido futbolista profesional, y Dae-Jin Lee, doctor en Ingeniería Matemática (especialidad en Ciencias y Técnicas Estadísticas) e investigador en el BCAM, el centro de investigación en matemáticas aplicadas. Entre ambos universos hay un a corriente de colaboración desde 2018 y aunque el plan de trabajo se estima a medio o largo plazo, ya han encontrado líneas de colaboración, con tanto dato como se maneja.
Hablamos de Marzo, Mes de las Matemáticas / Martxoa Matematikaren hilabetea, un proyecto de divulgación de las matemáticas diseñado por la red de Divulgación Matemática DiMa con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación. El fútbol es un deporte en el que la ciencia tiene cada vez más una presencia en todos sus ámbitos. Desde la preparación física, al rendimiento deportivo, las leyes de la aerodinámica o la mecánica, al análisis de datos en el juego, las nuevas tecnologías, la digitalización o la experiencia de los aficionados en los estadios entre otros asuntos cuantificables. Sobre algo de eso se habló ayer.
Testigos de todo cuanto les cuento fueron Begoña Morán, anfitriona de Bidebarrieta; los organizadores Pedro Alegría y Raúl Ibáñez y un buen puñado de gente interesada en estos campos. Ente ellos se encontraban José Ignacio Olalde, José Antonio Frade; el catedrático de la UPV/EHU, Luis Vega, toda una reconocida autoridad en las ecuaciones en derivadas parciales de tipo dispersivo (casi nada al aparato...); José Luis Hernández, Pilar Garrido Alonso, Elena Aja, Fran Otalora, Alberto Pérez, Eric Berroet, Javier San Martín, Peio Elorriaga, Leire Lejarreta, Iskander Herboso, Pedro Gallareta, Andoni Alonso, Mario Santamaría, Aitor Etxalar, Mikel Gaztearena, Nerea Barrueta, acompañada por su aita, Gotzon Barrueta, Patricia y Mariam Espinosa, Aitor Mendizabal, Lucía Fernández, Irene Rojo, José Luis González y Gonzalo Iriondo entre otros concurrentes a la cita con esa mirada numérica.
La idea original del proyecto es prolongar la celebración del Día Internacional de las Matemáticas, que es el 14 de marzo (el popular día de Pi), a todo un mes. De saque y volea un diría ¡ay, Dios mío!, pero oyendo lo vivido ayer puede hasta que resulte interesante. ¡Qué dirían mis viejos profesores!
La biblioteca de Bidebarrieta acoge la interesante charla titulada '11 retos en el fútbol desde una perspectiva matemática'
Dae Jin Lee, del Centro de Investigación en Matemáticas Aplicadas, y Jon Larruskain, del Athletic, expusieron sus experiencias