L poeta y ensayista parisién Charles Baudelaire descubrió que la danza es capaz de desvelar todo el misterio que la música entraña. Es hermoso ese hallazgo interior y se complementa con el descubrimiento de la ciencia y la astronomía, que no cesan de repetirnos que todo el universo tiene ritmo, que todo baila. Lo vivimos ayer mismo, en el ala peatonal de la calle Ercilla, a la altura de su desembocadura en la plaza Moyúa, donde se presentó la exposición de fotografías ideadas por el Estudio de Ballet Clásico Teresa González Ardanaz, recreadas por parte de su cuerpo de baile -"el más avanzado entre los que son", puntualizó Teresa...- e inmortalizado por el ojo y las manos sensibles del fotógrafo parisino Laurent Leger Adame. La exposición, que vio la luz en una ceremonia gobernada por la periodista de DEIA Sandra Atutxa, atrae a los paseantes, con las bailarinas haciendo un minué o poniéndose en puntas (perdón por la ignorancia si nada de lo visto es así...) ante edificios singulares de Bilbao. Es un bello telón de fondo para el paseo.

Todo encaja en la iniciativa llamada Bilbao es ballet que nace con la vocación de perpetuarse. No por nada, en el corte de cinta y en la hora de los discursos también se habló de la primera edición de sus premios, que en esta ocasión recayó en el bailarín bilbaino Javier Amo, que hoy triunfa y hace carrera en Múnich. En su ausencia, a la cita acudieron sus progenitores, María González y Pedro Amo. Puro orgullo.

Este proyecto cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao a través de las ayudas destinadas al sector cultural en la iniciativa Bilbao Aurrera. En su nombre acudieron Gonzalo Olabarria e Iñaki López Aguileta. No es el único pilar sobre el que reposa. Se suman al esfuerzo de la propulsión del ballet Bilbao Centro, ayer representado por Sergio Echeverría y Olga Zulueta, y la agencia Cid FCA, con Borja Elorza y Jon Marín como cabezas visibles. No cabe olvidarse de la artista María José Ardanaz, diseñadora del vestuario que daba alas a las bailarinas.

Cada fotografía es un reflejo de diferentes obras de ballet como Fausto, El lago de los cisnes, La bella durmiente, El Quijote o El sueño de una noche de verano estampadas en emblemáticos lugares de la villa como el Teatro Arriaga, el Museo de

Bellas Artes, la grúa Karola, el Ayuntamiento de Bilbao, Olabeaga, Abandoibarra, el parque de Doña Casilda, el Palacio Euskalduna u otras diversas ubicaciones representativas de la ciudad.

La ceremonia contó con la ilustraciones danzantes de Alma Gutiérrez, Nora Postigo, Nagore Bilbao y Enara Carreras. Testigos de cuanto les cuento fueron, además de los citados, el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai; Agustín González, Andrea Solbiati, Aiken Ugalde, Mavi Parra, Eduardo Loreto y un buen número de paseantes que se detuvieron a disfrutar de la danza y la fotografía. Entre ellos se encontraban María Jesús Hernández, Pedro Giménez, Olatz Mendibelzua, Arantza Gutiérrez, Ainhoa Sarasua, María Ángeles Urizar, que se tomó la molestia de grabar la actuación con su smartphone; Irune Zuloaga, Álvaro Mendizabal, Mari Carmen Rodrigo, apasionada admiradora confesa de la danza, y Gorka Agirre, entre otros. La calle fue suya durante unos minutos.

Además de la exposición que ayer levantó vuelo diremos que el sábado entrante, día 24, de 11.00 a 14.00 horas, se producirá la fusión entre el comercio y el ballet clásico a través de la iniciativa Bilbao es ballet, gracias a la colaboración de la agrupación de comerciantes Bilbao Centro, con la participación de seis emblemáticos establecimientos de la capital vizcaina. El próximo día 29 la iniciativa se sumará al World Ballet Day con una exposición de réplicas de famosos vestidos utilizados en reconocidas representaciones a nivel mundial. De nuevo María José y sus creaciones.

Teresa González Ardanaz propulsa la iniciativa 'Bilbao es ballet' con una exposición fotográfica y el premio al bailarín Javier Amo

El Ayuntamiento, mediante la iniciativa 'Bilbao Aurrera', Bilbao Centro y Cid FCA apoyan la idea de relanzar la danza en Bilbao