RA el momento de lanzarse sola a la pista. De seguir sus propios pasos; soltarse de las manos e ir por su cuenta. Elene Milla montó su academia de baile en Bermeo hace apenas un año y ahora abrirá otra en Mungia, su localidad. La aventura en solitario continúa. Son tiempos de incertidumbre, de avanzar sobre la cuerda floja, pero, de momento, Elene se mantiene y sigue un buen ritmo, a un compás que la hace feliz.

“Tras la demanda y el éxito, me animo a abrir en Mungia. Va a ser una escuela de toda clase de estilos, de culturas, con profesores que son campeones del mundo, para todas las edades… Para cada estilo de baile, tengo un profesor. Aquí, en Mungia, es algo nuevo. No hay nada así, porque solo había para aprender danza moderna. Ahora va a haber ya de todo: ballet, afro, tango, contemporáneo, hip-hop, funky…”, comenta Elene. E, incluso, habrá bailoterapia, una disciplina que consiste en hacer ejercicio físico combinado con el baile, con la idea de dar un enfoque más ameno y relajado en la actividad física, para liberarse del estrés, relajarse y, a la vez, hacer ejercicio. El municipio se pone a bailar por todo lo alto. “La gente de Mungia, para hacer algo diferente, tenía que ir a Bilbao o a otro sitio. Yo llevo desde los 11 años yendo a Bilbao, así que ahora toda esa gente se puede quedar en el pueblo, que tiene 18.000 habitantes y ya le tocaba algo así”, considera Elene. De momento, la nueva academia ha sido muy bien acogida, porque desde el próximo martes hasta el lunes, día 7, se celebrarán jornadas de puertas abiertas y “ya se ha apuntado un montón de gente para probar”, como traslada la propia directora de la escuela, que eso, sí, es consciente de que los tiempos que corren, agitados por el coronavirus, influyen en este interés por su proyecto, sobre todo en el caso de los niños. “Es cierto que al quitar las extraescolares de los colegios, lo estoy notando y me ha venido más gente. Al final, los padres tienen que hacer algo con los críos”, señala Elene. Ella empezará el curso con todas las precauciones y tratando de que el covid-19 no entre en sus salas de baile. “En algunos adultos sí he notado un poco de miedo, pero con los niños parece que no hay tanto”, afirma.

Así que los objetivos de esta mungiarra van tomando forma desde que el año pasado decidiera que emprendía su camino, que ella bailaba sola. “Ya tenía experiencia, me sentía preparada y me apetecía. Me ha tocado un momento cumbre, pero bueno, en la cuarentena seguimos on liney en junio, cuando se pudo retomar, volvimos y hemos estado prácticamente todo el verano, salvo agosto”, repasa Elene. Así que para ser el primer año al frente de su estudio y para haberse topado con el coronavirus, ella realiza un buen balance. Además, todos estos pasos en Bermeo han sido la llave para abrir su local en Mungia -estará en la calle Erribide, a la altura del número 18-. “Yo llevo 20 años trabajando en Getxo, Mungia… siempre en polideportivos, en colegios, gimnasios privados, pero no con mi propia academia, así que desde que lo hice estoy superbién”, recalca esta mujer que desde niña sintió la atracción del baile. “Desde los 3 años”, evoca. “Empecé en Mungia y luego busqué más estilos y ya me fui a Bilbao. Salía del cole a las 3 y hasta las 10 de la noche no llegaba a mi casa”, rebobina. Todo, por seguir la llamada de una pasión, la que la llevó a graduarse en danza en lo que hoy es Artebi y a seguir formándose en diferentes sitios, la que la llevó a configurar su vida bailando. Se decantó por el estilo contemporáneo, esa clase de danza en la que se busca expresar una idea, un sentimiento, una emoción, pero mezclando movimientos corporales propios del siglo XX y XXI. Pero Elene también es entrenadora de gimnasia rítmica y juez nacional. “Y sigo formándome, porque cada curso que sale ahí voy, uno nunca deja de aprender”, asegura.

Este nuevo curso, por lo tanto, será el de la doble aventura para Elene -la academia de Bermeo seguirá abierta-, lidiando con el coronavirus y disfrutando de sus metas alcanzadas.

Hace apenas un año abrió su propio estudio de danza en Bermeo y ahora se lanza en Mungia “tras la demanda y el éxito”, según indica Elene

“Llevo 20 años trabajando en colegios, polideportivos... Ya tenía experiencia, me sentía preparada y me apetecía abrir mi escuela”, comenta