Derrochan tablas, pero ninguna de sus citas sobre el escenario se asemeja a la del próximo jueves. El grupo de teatro de Zalla recibirá uno de los XVI DEIA Laboral Kutxa Hemendik Saria en Balmaseda junto a otras nueve personas, entidades y asociaciones. A partir de las 19.00 horas, el telón de Enkarterri se alzará en el Klaret Antzokia para ovacionar el empuje que mueve los hilos en las bambalinas de la comarca.

Fundado en octubre de 1990, Antifaz se volcó, al igual que otras asociaciones, con el proyecto Zarikete: la representación de la historia local a través de sus protagonistas. Tomás Treviño, que ha formado parte de la agrupación desde sus inicios, recuerda que “hubo quien se emocionó” con las interpretaciones que resucitaron a personajes como el Padre Peyton –el sacerdote que aseguró que Zalla era un paraíso digno de Adán y Eva y que la familia que reza unida permanece unida–, y Zita de Habsburgo, última emperatriz de Austria y reina de Hungría, que vivió en el entonces Colegio Irlandesas. El viaje al pasado estrenado en 1995 contó incluso con el recibimiento en la estación a “un vagón especial en el que venían pasajeros vestidos de época”. Los intentos de rescatarlo “se han quedado en el aire, necesitaríamos el impulso de los grupos políticos y culturales otra vez”, lanza por si alguien recoge el guante. Las “comedias de enredo” que han desencadenado más de un ataque de risa en el patio de butacas son su sello, aunque a raíz de la pandemia “hemos pasado a obras protagonizadas por dos personas nada más y formamos el grupo sobre ocho o diez”. Actuar “supone un relax”, pero sin embargo “la juventud no se anima”, lamentan.

Antifaz participó en una representación de la historia de Zalla a través de sus personajes que “emocionó” en los noventa

Igualmente implicado con su entorno más cercano está el Colegio Público Ángel Larena de Artzentales. Exponente de la enseñanza rural, cuenta con 45 alumnos de Infantil y Primaria. “El año pasado la AMPA organizó una fiesta e instalan txosna en las fiestas del barrio de San Antolín”, indica Goizalde Gómez, directora en funciones. Once profesores y profesoras, la mayoría encartados, componen el equipo docente. El nexo con la comarca facilita que puedan forjar y fortalecer el vínculo con las familias. Ante los posibles efectos de un descenso de la natalidad, “de momento, estamos bien, lo bueno que tenemos es que prácticamente todos los que viven aquí acuden a esta escuela” y no han notado un incremento significativo en las matriculaciones a raíz de la crisis del coronavirus, que quizás moviera a asentarse en el campo por la huella que dejó el confinamiento.

San Roke contra la peste

Si buscan tranquilidad, desde luego Lanestosa es el sitio idóneo, sin que eso esté reñido con la actividad en la localidad más pequeña de Bizkaia. Precisamente en las plegarias contra las pestes hunde sus raíces la Cofradía de San Roke. Para evitar que afectara en la villa una que estaba diezmando los alrededores, en 1599 sacaron al santo en procesión y al parecer contuvieron la peste. En agradecimiento, “el Ayuntamiento decidió celebrar siempre esta festividad” y así lo atestigua “una placa de piedra colocada debajo de la imagen del santo en la iglesia en la que figura este compromiso”, desvela José Manuel Irastorza. Hace treinta años “un grupo de amigos, txikiteros de la villa, decidimos intentar recuperar la costumbre” perdida en los años ochenta con misa, procesión, degustación de “5.000 pintxos”, merienda a base de tortilla y verbena. “Niños, jóvenes y mayores disfrutan de un ambiente inmejorable” en la única actividad de la cofradía, “uno de los días más entrañables”. “Algo habremos hecho bien cuando el año pasado nos designaron pregoneros”, se enorgullece.

Cofradía de San Roke, Lanestosa DEIA / J. Alonso

Peregrinaciones para rogar por el rumbo del Athletic han pasado a los anales de Enkarterri: en la ermita de la Magdalena de Zalla o en Santiago de Rodaiega, Gordexola, prueba del corazón de león de un territorio que aporta otra promesa a la cantera. A sus 13 años, Goiatz Ferraz Ibarrondo sueña con emular a su idolatrado José Ángel Iribar, a quien ha podido conocer. A diferencia de sus hermanas, “nació con el balón en los dientes”, bromea su ama, Irantzu Ibarrondo. A las trillizas de Galdames “se las ha educado igual”, pero ella “desde pequeña pedía balón y balón”.

A los 6 años se enroló en el Sopuerta Sport en calidad de delantera y ahora defiende la portería del Athletic infantil. Probó suerte con el cambio de puesto en el campus Jesús Bilbao “al que ha ido siempre”. Un dato sobre su devoción rojiblanca: hizo la comunión vestida con la equipación. Goiatz compagina a la perfección deporte y colegio: “en el puente del Pilar viajó a Mallorca convocada con el equipo cadete. Este año entrena tres días a la semana; ya sabe que los estudios son lo primero”. Además, juega en el equipo de pasabolo de Sopuerta, donde se ha proclamado campeona de Bizkaia.

Más dantzaris

Más o menos a la edad de Goiatz se suele plantear un dilema para los dantzaris: ¿seguir bailando, optar por un deporte, dedicar más tiempo a la creciente exigencia académica...? Significa un punto de inflexión en el que “algunos se desapuntan”, lamenta Alaitz Pereda, del grupo de danzas Gazte Berri de Sodupe, conformado por “84 personas y aumentando”. Sin duda, la doble función que recrea las aventuras de Olentzero y Mari Domingi en el frontón es la actividad más esperada de las navidades en este núcleo urbano perteneciente a Güeñes. Las entradas vuelan y la organización lo da todo para responder a la expectación. Con carácter bianual renuevan “argumento, vestuario y coreografías”. Asimismo, el resto del año “realizamos una euskal ezkontza, carnavales, San Juan, fiestas de San Lorenzo...” Con los txikis “vamos a otros municipios y lo bueno es que ya identifican los viernes por la tarde con las danzas”.

“A los 3 años” los más pequeños hacen sus pinitos en el grupo de danzas Andra Mari del núcleo de Güeñes hasta “los 68 de la mayor” entre un total de 65 dantzaris, detalla Blanca Escalante. El 31 de mayo consta como la fecha oficial de la fundación; sin embargo, anteriormente existía con otro nombre. Hace diez años retomaron su actividad tras un parón con energías renovadas. Los ensayos se reparten entre los bloques de “txikis, ertainak, romería, grupo principal y akelarre: este último, para preparar la actuación de San Juan”. Instalan puesto propio en las ferias de San José en marzo y en la de plantas en mayo, y su agenda para 2024 rebosa a estas alturas: Baiona, Dantzari Eguna, Euskal Herriko Dantzari Eguna, intercambios con otras agrupaciones... “y lo que va surgiendo, como homenajes o bodas”.

Imanol Galíndez, Alonsotegi DEIA / J. Alonso

Imanol Galíndez se declara entusiasta del baile y la música. Es más, “dirige con otras personas un coro de Benidorm que se llama Plural y todos los días cantan en la playa”, narra su aita, Manu Galíndez. No hay letra de bilbainada que se escape y anima los poteos con su cuadrilla en Alonsotegi. El club de fútbol del Larramendi constituye la debilidad de Imanol, de 47 años, con síndrome de Down, que trabaja en la sede de Lantegi Batuak en Zorrotza y que no se pierde ninguna fiesta en el municipio. Ejemplo de inclusión sumamente querido.

Goiatz Ferraz, de Galdames, defiende la portería del Athletic Club infantil; incluso llegó a tomar la comunión vestida de rojiblanco

El mismo espíritu de unión en el municipio que persigue el proyecto Salud para tod@s, impulsado en 2013 por el ambulatorio de Gordexola. “La idea surgió de una visión social: Osakidetza proponía en unas conferencias de aprendizaje a las que acudí para formación, la necesidad de sacar las actividades sanitarias fuera del propio centro de salud”. Y es que “hay quien no viene porque se encuentra bien” y el programa se perfila como forma de acceder a modo prevención en el ámbito de la educación con un espacio en el que entraría toda la comunidad”, expone la enfermera Rosa Herrero, coordinadora en colaboración con el técnico de Salud Pública, Lander Santa María-Amurrio.

Empezaron por convocar una charla “en la que preguntamos a los vecinos y vecinas qué temas les gustaría abordar; nos propusieron formación en RCP porque recientemente se había producido un fallecimiento en Gordexola”. También plantearon “un taller de cocina saludable, así que trajimos a expertos y nos fuimos a un txoko” para impartir una clase práctica. “Hemos hecho risoterapia, musicoterapia, etc. con el respaldo desde el principio” de la Peña del Athletic Club y de otras asociaciones” con las que tejen una labor “en red” que contempla reuniones trimestrales para intercambiar impresiones.

Los últimos martes de cada mes se reservan a las ponencias gratuitas en un local cedido por el Ayuntamiento, cuya contribución también aprecian. “No se requiere inscripción previa” para facilitar la asistencia. Por temáticas, destacarían “salud en masculino o femenino, alimentación y emociones”, entre otras. En estos diez años, más de 1.200 vecinos y vecinas han intervenido en las 54 iniciativas programadas: un 60% mujeres.

Kumea, Balmaseda DEIA / J. Alonso

La preocupación por las necesidades de la población subyace, de la misma forma, en el ADN de Kumea Balmaseda, la iniciativa ofrecida desde Cáritas en locales de la parroquia de San Severino desde 2011 a menores de entre 6 y 12 años de la villa en situación de vulnerabilidad que consta de higiene y alimentación, apoyo escolar, tiempo libre y ocio educativo, habilidades para la vida y educación en valores. Todo ello se refleja en la propia distribución de la actividad: merienda, apoyo escolar y tiempo libre. Voluntariado y técnicos compatibilizan las horas con los niños y niñas con acompañamiento a las familias mientras supervisan la intervención con otros agentes y servicios vinculados. “Lo único que nos importa es que estén felices”, resume Loren Azkona. Tanto, que últimamente empieza a sumarse voluntariado que antes se sentó al otro lado de la mesa.

Molineros en la familia

Ese relevo generacional falta, al menos hasta la fecha, en el molino situado en el barrio Basinagre de Turtzioz. “No lo sé... A mi hijo no le hace excesiva ilusión”, suspira Santiago Ubieta, la tercera generación que mantiene este vestigio de la industria hidráulica cuyas primeras referencias datan del siglo XVIII.

Componía “un conjunto residencial y productivo característico de los grandes mayorazgos con la ferrería, desaparecida en 1830, la habitación del molinero anexa y un caserío barroco del siglo XVIII, casa torre transformada en palacio del antiguo administrador”, describe el Gobierno vasco. “La presa, el canal de 365 metros, el arca de agua o cubo y la estolda o espacio donde se alojan dos ruedas hidráulicas que reciben la presión del agua” constituyen los elementos más representativos que Santiago aprendió a manejar observando a su abuela y a su padre. Rememora que “por aquí se sembraba cantidad de maíz; la gente venía, lo molían y no se cobraba, sino que el molinero se guardaba un 10% de la mercancía”. Él compra “cebada o maíz, lo muelo y se lo doy a las vacas, más que nada para mantenerlo en funcionamiento”. Sin embargo, se enfrenta a una situación inédita: “este año es el único en el que no ha funcionado por la sequía”. Con más razón, “el cauce desde la presa hasta aquí, que mide 300 metros o más, precisa limpieza mínimo un par de veces al año para que corra el agua porque, de lo contrario, salen hierba y zarzas”, una dedicación “de la que no extraemos beneficio”.

Un altruismo nacido de su amor a sus orígenes, cultura y tradiciones que comparte con otros protagonistas de la gala del jueves en Balmaseda.

Premios

  • Antifaz, Zalla. Más de treinta años sobre el escenario fomentando la afición por el teatro.
  • Colegio Ángel Larena, Artzentales. Representativo de la enseñanza rural.
  • Cofradía de San Roke, Lanestosa. Devotos de la unión vecinal y protectores de las tradiciones y fiestas.
  • Goiatz Ferraz, Galdames. A sus 13 años, ya despunta en la portería del Athletic infantil y a los bolos en Sopuerta.
  • Agrupaciones de danzas de Güeñes. Andra Mari (Güeñes) y Gazte Berri (Sodupe).
  • Imanol Galíndez, Alonsotegi. Ejemplo de inclusión e implicación con el tejido local.
  • Salud para tod@s, Gordexola. Charlas y actividades unen diferentes agentes.
  • Kumea, Balmaseda. El proyecto de Cáritas en la villa para ayudar a la infancia vulnerable.
  • Molino de Basinagre, Turtzioz. Patrimonio industrial cuidado por una familia.
  • Joseba Iraola, Balmaseda. Campeón de Europa de carrera de montaña E2SC.

La cita

El jueves, 2 de noviembre, el Klaret Antzokia de Balmaseda se vestirá de gala a las 19.00 horas para el acto de entrega.