DESCUELGA el teléfono ilusionado. "No me lo esperaba, pensaba que a estas alturas ya no me iban a dar premios". La voz de Javier Clemente responde con orgullo; el de pertenecer a Ezkerraldea. "Yo soy muy de la Margen Izquierda, y he ejercido mucho allí", cuenta. De hecho, el Barakaldo, municipio que le vio nacer, fue el primer equipo en el que se calzó unas medias de fútbol. Y a partir de ahí, su carrera se relanzó llevando el nombre de Barakaldo a todos los rincones del mundo a los que ha viajado. "He dicho más veces que soy de Barakaldo que vasco", asegura haciendo memoria. Por ese motivo, DEIA ha escogido su nombre para acompañar al DEIA Hemendik Bizkaia Saria, que le será entregado al exfutbolista baracaldés el próximo lunes, de la mano del José Luis Bilbao, diputado general de Bizkaia.

"Es un premio inmerecido", dice Clemente. "Seguro que hay personas que se lo merecen mucho más que yo", aclara. Pero a lo largo de los años, Clemente se ha convertido en uno de los mejores embajadores de Ezkerraldea. Por algo se le conoce como el rubio de Barakaldo, un sobrenombre que no solo le gusta, "me encanta", concreta. "No sé quién me lo puso, pero me gusta mucho que se me conozcan así", dice. Jugador del Athletic, entrenador en sus años más gloriosos, Clemente siempre ha dejado claro que era de Ezkerraldea. "Siempre que he estado fuera de Euskadi o del Estado digo que soy vasco. Pero si no, siempre digo que soy de Barakaldo", indica con la cabeza bien alta y con voz alta, para que se le oiga.

Ese sentimiento de raíces se ha fortalecido, según cuenta el rubio de Barakaldo, a partir "del pique que siempre ha existido, y existe, entre la Margen Derecha y la Margen Izquierda". "Esas rivalidades son las que han hecho a los vecinos de Ezkerraldea mucho más fuerte, al menos a mí me ha pasado eso", se sincera. De su comarca destaca, sobre todo, el "carácter diferente" y la "personalidad" del territorio y de sus vecinos, que es lo que más echa de menos cuando le toca pasar largas temporada fuera de su comarca del alma.

"Ese es uno de los problemas de viajar tanto, que echas de menos tu casa, a tus amigos, la familia", relata después de haber estado al frente de selecciones como Camerún y Serbia. Por eso, cada vez que aterriza el avión en Loiu siempre repite la misma frase: "¡Qué bien huele a porrusalda cuando estoy llegando a Barakaldo!". Y es que Clemente visita mucho su pueblo natal. "Tengo muchos amigos y quedo muchas veces con la cuadrilla para ir a potear. Además, mi ama también vive allí", recuerda saboreando con la imaginación la comida típica de los domingos en casa: sopa de fideos con garbanzos y zancarrón. "Es una costumbre que también ahora están perdiendo los jóvenes, pero era la comida de cada domingo en casa de ama", cuenta.

Como buen vasco, se reúne con sus amigos en torno a una mesa "ocho o diez veces al año". Pero siempre que vuelve a la localidad fabril ve algún cambio. "Cuando se empezó a construir el polideportivo de Lasesarre el anterior alcalde de Barakaldo me invitó a poner la primera piedra. Recuerdo que ese día me di cuenta de todo lo que había cambiado Barakaldo en estos años. Antes, la gente era de otra clase, también porque todo trabajan en Altos Hornos... Pero ahora está todo tan diferente. Ya no hay ese humo que había cuando yo era pequeño. Tampoco juegan los niños como jugábamos entonces, todo cambia, es normal", reflexiona.

Recuerda que la colocación de la primera piedra del polideportivo de Lasesarre fue "la primera vez que me han llamado en Ezkerraldea para algún acto de este tipo". "Nunca he sido profeta en mi tierra", reconoce el rubio más famoso del municipio fabril. Por ese motivo, el premio que le concederá DEIA el lunes es para él un orgullo. "Me hace muchísima ilusión que se hayan acordado de mí en representación de toda la Margen Izquierda. Y que vaya a entregarme el premio el diputado general, también", afirma ilusionado.

Muchos recuerdan sus primeros pases con la camiseta rojiblanca. Y cómo en la década de los 80, dirigía a los leones a las victorias más importantes de su historia, tiñiendo Bizkaia de euforia, alegría e ilusión. Eso quedará grabado de por vida en el recuerdo de aquellos que tuvieron la suerte de poder vivirlo en primera persona.

Si en Camerún conocen el nombre de Barakaldo es gracias a él, su rubio más popular. Si en Serbia saben qué es Ezkerraldea, lo descubrieron a través de él, de Javier Clemente. Allí a donde va recomienda un viaje para conocer Bizkaia, "es algo que la gente no se puede perder", dice. "He dicho más veces que soy de la Margen Izquierda que vasco", repite. Motivos más que suficientes, todo estos últimos, que han motivado a DEIA para concederle este galardón; un premio que, a pesar de que él lo considere "inmerecido", toda Ezkerraldea considera necesario.