Cada dos años escriben un guión desde cero cambiando también música y bailes. Como tocaba en la edición de 2020, ya en febrero se sentaron a compartir ideas. Llegó el confinamiento. "Hablábamos con los padres de los dantzaris más txikis y les decíamos que nos veríamos en las clases en dos semanas, al principio pensábamos que podría celebrarse", rememora Alaitz Pereda. Ese boceto de historia sigue en un cajón porque en 2020 se suspendió el espectáculo de Olentzero y la incertidumbre y locura organizativa de este año les han impedido retomarla. El sábado el frontón de Sodupe acogerá otra vez la representación de danzas del grupo Gazte Berri. Con dos funciones a las 18.00 y 20.00 horas, eso no cambia, pero sin concretar el aforo del recinto deportivo a la espera de lo que determine el LABI. Por eso, todavía no han podido poner a la venta las entradas.

Coordinar los ensayos, que se llevan a cabo desde las 20.00 horas en el recinto deportivo, ya se está convirtiendo en un reto. "Hasta hace quince días no sabíamos si se iba a poder hacer. El montaje de la decoración se retrasó al declararse la emergencia sanitaria porque no queríamos adelantarnos por si acaso se prohibían eventos culturales en interiores", recuerda. Al menos "tenemos la suerte de que no se hayan registrado contagios dentro del grupo". Por si acaso, se curan en salud pidiendo a diferentes dantzaris que se aprendan varias coreografías por si hubiera que sustituir a personas en cuarentena "de la misma forma que si se tratara de cubrir posibles lesiones", señala Leire Gallastegui. En total, 111 dantzaris, 64 de ellos niños de 4 años en adelante, aparecen en el escenario para contar a través de bailes tradicionales el surgimiento de la tierra y sus hijos, Eguzki e Ilargi, y así "mantener presentes y vivas la música y mitología vascas" en el acto estrella de las navidades del municipio de Güeñes.

Entradas, la víspera

Otras veces las 900 localidades disponibles en condiciones normales para las dos funciones "se agotan en poco más que un par de horas, nos da pena que si ya hay gente que se queda sin verlo, si no se puede llenar el frontón al 100% van a ser más", pero asumen la situación por la pandemia. El hecho de que pueda alzarse el telón ya representa un triunfo "para nosotros y para el pueblo que nos acerca a las navidades de toda la vida que conocíamos antes de un coronavirus que nos ha quitado las ganas de muchas cosas, por eso nos parece importante retomarlo y levantar a los demás". Una vez que conozcan cuántas personas podrán acceder a los asientos del frontón, las entradas se pondrán a la venta el viernes en la kultur etxea de Sodupe a las 18.00 horas.

El sábado "a excepción de tres personajes que llevan la cara pintada y saldrán a la calle cuando hayan terminado sus números para no pasar demasiado tiempo en un sitio cerrado" los componentes de Gazte Berri que participen lucirán mascarilla durante la representación, al igual que en los ensayos, para ir acostumbrándose. "Cruzamos los dedos para que de aquí al sábado no se decreten más restricciones y no se produzcan contagios entre nosotros, ya que resultaría complicado de gestionar en un grupo grande", desean. Y en febrero retomarán el hilo argumental del nuevo guión.