Entrar al cuarto piso del museo Rialia de Portugalete es sumergirse en una peculiar clase de historia en la que los narradores son los clics de Playmobil y los dioramas que componen la exposición 700 Años de Villa Marinera, una muestra creada por la asociación Euskoplay y que estará expuesta en Rialia hasta el próximo 18 de febrero.

Ciertamente, el universo de los clics de Playmobil atrae a grandes y pequeños y tanto mayores en solitario como familias enteras están acudiendo a Rialia para disfrutar de esta exposición que narra en 80 metros cuadrados los 700 años que han transcurrido desde que María Díaz de Haro concediese la Carta Puebla a Portugalete para que se convirtiese en villa. Ese es el primero de los momentos que inmortaliza esta muestra que se ha realizado con un total de 100.000 clics. No hay detalle que se haya dejado a la improvisación para describir y narrar los diversos pasajes históricos que se han desarrollado en la noble villa a lo largo de los últimos siete siglos. Todo ello se apoya en unos carteles informativos que se encargan de explicar al espectador lo que recrea cada uno de los dioramas. Así, a lo largo y ancho de esta muestra que ocupa en su totalidad la cuarta planta del museo Rialia se puede conocer la figura de Lope García Salazar, primer cronista de la noble villa y que murió envenenado por los suyos en la Torre Salazar. También se puede conocer que en 1483 la reina Isabel La Católica se desplazó hasta Portugalete para intentar mediar entre Oñacinos y Gamboínos en plena Guerra de Bandos o el por qué del gentilicio jarrillero, ya que dicho sobrenombre que reciben los portugalujos procede de las jarrillas en las que se degustaba y conservaba fresco el txakoli. Ciertamente, el txakoli fue uno de los principales sustentos de Portugalete y así se recoge en esta muestra en la que a través de los dioramas se hace ver que en pleno siglo XV los portugalujos vivían del comercio de lana, del hierro, la pesca y de hacer txakoli. Precisamente, el hecho de ser villa posibilitó que Portugalete legislase en torno a su txakoli y, así, los barcos que vendiesen vino en la noble villa estaban obligados por ordenanza a comprar la misma cantidad de txakoli.

Con la imaginación y el talento de los integrantes de Euskoplay, se ha logrado recrear logros tan importantes para la villa como, por ejemplo, la construcción del Muelle Viejo a lo largo del siglo XIV y ya mucho más adelante, la creación del mareómetro en 1883 y del Muelle de Hierro en 1887. Uno de los detalles más curiosos que encierra esta exposición es que recrea los primeros momentos de la construcción del Puente Colgante, ya que se pueden ver los dos pilares del transbordador que descansan en territorio jarrillero y un operario encaramado a uno de ellos para seguir su construcción. La muestra tampoco deja de lado la playa que llegó a tener Portugalete y el balneario que se asentó en la noble villa entre 1877 y 1902, ni el emblemático kiosco de la música construido en 1912 y que, actualmente, se encuentra en obras para vivir en plena forma su 110 aniversario. 700 Años de Villa Marinera concluye su recorrido por la historia portugaluja recreando el último de los grandes hitos que ha vivido la villa: la llegada del metro a Portugalete, un municipio que puede ver recreados sus siete siglos de historia en Rialia.