El Ayuntamiento de Portugalete aprobó ayer jueves el Plan Especial para la zona de Federico Martínez en Repelega, medida que salió adelante con los votos favorables de PSE y PNV, la abstención de los ediles de EH Bildu y el voto contrario tanto de Portugalujo Despierta como del PP. De esta manera, se pone punto y final a un proceso que ha durado cuatro años y medio en los que, tras las reivindicaciones de la asociación de vecinos de Federico Martínez para “no quedarse emparedados” con la creación de las nuevas viviendas, se buscó una reformulación del proyecto urbanístico previsto para el barrio. Gracias a la aprobación de este plan, los vecinos de El Roble, un grupo de viviendas situado muy cerca de Federico Martínez, podrán ser realojados en alguno de los 79 nuevos pisos que se crearán en Federico Martínez. Estos vecinos llevaban desde 1991 con sus casas fuera del ordenamiento urbanísticos de Portugalete, y esperando a que se desarrollase algún proyecto de viviendas para ser realojados.

Sin duda alguna, los vecinos de El Roble representaban ayer jueves la cara de la moneda. Estaban contentos porque ven más cerca el ser realojados, el poder ir al que será su nuevo hogar. En el actual, llevan la friolera de tres décadas (desde 1991) sin poder hacer arreglos de calado por estar fuera de ordenación. “Lamentamos los cuatro años y medio que se ha alargado esta cuestión”, señaló Miguel Manceras, representante de los vecinos de El Roble. La alegría será mayor si cabe cuando vean que las máquinas inician las obras que darán esos nuevos hogares que tanto tiempo llevan esperando. “Esto nos da tranquilidad porque sabemos que el plan va para delante, aunque no sepamos cuándo se hará”, indicó Manceras.

La otra cara de la moneda la representan los integrantes de la asociación de vecinos de Federico Martínez. Con la aprobación de este plan especial se trunca su deseo de que en Repelega haya “más zonas verdes y menos ladrillos”. Con esa reflexión unida al hecho de no querer “ser emparedados” por las nuevas viviendas a construirse, iniciaron hace cuatro años y medio una campaña que recogió 4.000 firmas y que dio origen al replanteamiento del proyecto. Ayer jueves, mientras se aprobaba el plan, varios vecinos de Federico Martínez hicieron una protesta en la plaza de El Solar. “Este plan nos va a enterrar y en estos cuatro años y medio no se nos ha permitido participar. Hemos pedido reuniones, buscar soluciones entre todos los afectados... Y nos lo han negado. De este plan tenía que salir una solución aceptada por todos y no ha sido así”, explicó Rakel Flores, representante de los vecinos de Federico Martínez. En la jornada de ayer jueves no se admitieron las alegaciones al plan que presentaron estos vecinos, dado que, tal y como indicaron fuentes municipales, “dichas alegaciones proponen cambiar estructuralmente el proyecto y eso solo puede hacerse a través de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana”.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Portugalete se explicó en voz de Jon Pesquera, edil de Urbanismo, que en la reformulación del proyecto para esta zona “se presentaron cinco alternativas para que eligiesen la más acorde tanto los vecinos de Federico Martínez como los de El Roble. Los vecinos de Federico Martínez rechazaron todas ellas y una de las opciones que los vecinos de El Roble vieron viables es la considerada más acorde por los informes técnicos”. Ahora, será el Gobierno vasco quien tenga que hacer todos los trámites para que, pronto, las máquinas empiecen a construir las futuras casas de los vecinos de El Roble. “Será el Gobierno vasco quien tenga que hacer los procedimientos administrativos pertinentes antes de acometer las obras. Nuestra voluntad como Ayuntamiento de Portugalete es agilizarlos en la medida de lo posible”, concluyó Pesquera.