Después de las protestas vecinales en las que alrededor de 200 vecinos se concentraron frente a la vivienda okupada de una familia conflictiva hartos de los robos y amenazas que les achacan desde hace meses, se respira una tensa calma en Balmaseda El lunes por la tarde estas personas fueron vistas tomando un autobús cargadas con maletas, lo que hizo pensar que habrían abandonado la villa, aunque no se ha confirmado este extremo. En cualquier caso, "entiendo el enfado de la gente y, aunque la acción policial resulta imprescindible, no lo resuelve y hay que aportar medidas globales", pedía ayer el alcalde, Aitor Larrinaga.

El enfado que la población acumulado por el deterioro de la convivencia desde que la familia se instalara en un piso de la zona de La Penilla que pertenece a un banco estallaba el fin de semana. "No tienen contrato de alquiler", puntualiza el regidor, y recalaron en el municipio procedentes del núcleo de Aranguren, en Zalla, donde ya habían protagonizado altercados. Como en Balmaseda, los habitantes de Aranguren salieron entonces a la calle para visibilizar los incidentes y solicitar la implicación institucional. Ahora han expresado su total apoyo a los residentes en la localidad vecina mientras los alcaldes de Balmaseda y Zalla se mantienen en contacto.

El martes, 16 de febrero, el comité de empresa de Renfe denunció la agresión en el apeadero de La Calzada a un maquinista del servicio de cercanías hacia Bilbao. El trabajador tuvo que ser confinado durante diez días tras ser escupido por varias personas, que además rompieron un espejo retrovisor y una luna. A consecuencia de estos actos de vandalismo, el convoy fue enviado a talleres y se suprimieron dos trenes. Un suceso que "se viralizó".

Pocos días más tarde, se registró un robo que también se atribuye a esta familia y representó la gota que colmó el vaso del descontento y preocupación populares.

Así, el viernes por la noche en torno a 200 personas se encaminaron al área donde vive la familia. Los ánimos se caldearon de forma que llegaron a lanzarse huevos. "La protesta es legítima, pero no se puede admitir eso, como tampoco consignas racistas, xenófobas o que inciten al odio", reprueba el alcalde. Ayer mismo tenía previsto reunirse con la juventud para intercambiar impresiones y regular las concentraciones en cuanto a "permisos, horario o duración" con el fin de que ocasionen el menor perjuicio posible a los vecinos que residen en los alrededores y dado que "hay una carretera", por lo que las concentraciones podrían afectar a la seguridad vial. Las personas jóvenes "son razonables", ya la acción del domingo "estuvo más controlada" en el sentido de que no discurrió con tanta crispación como en las jornadas anteriores.

Trabajo transversal

En el Consistorio insisten en que la solución no pasa por que estas personas se muden de municipio en municipio y el proceso vuelva a empezar. Requeriría una labor transversal "en valores, de trabajo con ellos en favor de la integración en la promoción del empleo, formación social, ayuda si es necesario para establecerse en una vivienda, pero con una serie de condiciones...". De lo contrario, "tan solo se conseguiría trasladar el problema", como se está comprobando en la comarca.

El Ayuntamiento de Balmaseda ha iniciado las gestiones "para que nos confirmen a quién pertenece la vivienda y mandar un oficio solicitando que se inste a la expropiación". Asimismo, se va a proceder a contactar con los servicios sociales, cuya gestión corresponde a la Mancomunidad de las Encartaciones.

El primer edil se declara consciente de que en los últimos meses se está acrecentando la sensación de miedo, "mayoritariamente cuando se trata de menores y los padres y madres, lógicamente, se preocupan". Desde el Ayuntamiento invitan a la ciudadanía a acudir a la Ertzaintza y Policía Municipal en un comunicado suscrito por todas las fuerzas políticas de la corporación -equipo de gobierno de la Candidatura Local Independiente y EH Bildu, PNV y PSE-. En este momento "constan dos denuncias por robo con intimidación", que no se ajustan al volumen real de coacciones, daños a vehículos, hurtos y otras alteraciones de la convivencia que asegura padecer la ciudadanía, dicen que por temor a represalias.

Por eso causó perplejidad en la villa la intervención en el programa matinal de Antena 3 Espejo públicodel padre de la familia aludida en la que afirmaba que los suyos se sienten víctimas de una campaña de acoso y negaba la autoría de los robos que se suceden en Balmaseda.

Antecedentes

Aranguren

Procedencia. Al parecer, la familia recaló en Balmaseda hace meses desde el núcleo zallarra de Aranguren, donde la ciudadanía lleva años alertando de problemas de convivencia y han organizado movilizaciones para pedir implicación institucional.

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Denuncias. Al Ayuntamiento de Balmaseda le constan dos denuncias por robo con intimidación. Recomiendan a los vecinos recurrir a la Ertzaintza y Policía Municipal ante cualquier incidente.