La Txarriboda organizada el 8 de marzo en el núcleo urbano de La Quadra resultó “la primera y única iniciativa” que se puso en marcha para recaudar fondos destinados al proyecto solidario del servicio de Juventud de Güeñes, Gugaz, y al mismo tiempo, uno de los últimos eventos en Enkarterri antes de decretarse el confinamiento. El recuerdo a la tradición baserritarra de la matanza del cerdo marca cada año el inicio de la campaña para contribuir a iniciativas de cooperación que el año pasado no pudieron concretarse y este año dependerá de la evolución del coronavirus. Sin intercambios juveniles ni la posibilidad de viajar a corto plazo a Senegal, donde se centra la ayuda enviada desde la localidad, los voluntarios continúan volcados en el programa de talleres intergeneracionales siempre que el covid-19 lo permita y se han incorporado a los repartos mensuales del Banco de Alimentos.

Por cuarto año consecutivo, el servicio municipal de Juventud iba a colaborar con la ONG Hahatay, en esta ocasión, enfocándose a mejorar las condiciones del centro cultural Aminata de la localidad de Gandiol, ubicada al norte de la costa atlántica de Senegal, y facilitar así la vida de sus habitantes. Antes Gugaz había recibido en Güeñes a jóvenes senegaleses y promovido iniciativas solidarias en el Sahara, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, además de haber enviado cooperantes a Honduras. Nunca habrían pensando que una pandemia obligaría a modificar el programa.

Y es que los eventos populares se convierten en el principal escaparate para incrementar la financiación. Lo obtenido se recopilaba a finales de año para su envío a la causa elegida y una selección de los adolescentes participantes lograba el premio a su implicación viajando al país que acoja a la organización e iniciativas elegidas. “Les preguntamos lo que necesitan” y en función de la respuesta se activan las campañas de recaudación de fondos. Sin embargo, no pudieron celebrarse “la feria de San José en Güeñes” en torno al 19 de marzo ni otros puntos de encuentro habituales del calendario, explica Iker Álvarez desde el servicio municipal de Juventud.

La asociación Hahatay Sonrisas de Gandiol responde a la inquietud de Mamadou Dia por impulsar el crecimiento comunitario de la localidad desde la experiencia de su propio viaje a Europa, como él mismo contó durante la charla que ofreció en un ciclo de viajes del servicio juvenil Gugaz. En 2018 varios jóvenes senegaleses conocieron el municipio encartado en un viaje de intercambio. En 2021 “esperaremos a ver si es posible llevar a cabo alguna acción” para seguir fortaleciendo la colaboración que cultivan a través del teléfono móvil y redes sociales.

Talleres y Banco de Alimentos

Entretanto, también se concentran en las actividades más cercanas. Los talleres de Gure Aiton Amonak constituyen otro de los ejes de Gugaz tocado por el coronavirus, ya que los mayores son colectivo de riesgo “y ha habido que pararlo, al igual que la ludoteca”. El lunes Güeñes se mantenía en alerta roja con un umbral de 975 casos por cada 100.000 habitantes. Además, “desde el mes de diciembre” el voluntariado juvenil ha comenzado a colaborar en los repartos mensuales del Banco de Alimentos” coordinados por un grupo de vecinos que también se encuentran en una posición más vulnerable a los contagios por su edad. De forma que preparan los lotes de comida que los adolescentes se encargan de distribuir entre las personas usuarias.