Si el suelo pudiera hablar, contaría muchísimas historias. El suelo y el subsuelo del Casco Viejo de Portugalete no tienen la capacidad de hablar, pero gracias a la realización hace dos meses de tres pruebas: una prospección con georradar, una tomografía eléctrica y una microgravimetría, el subsuelo del campo de la iglesia ha dado pistas de lo que puede albergar en su interior. En total, en estas tres pruebas realizadas sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados se han detectado 33 anomalías en el subsuelo, es decir, 33 irregularidades que invitan a pensar que algunas de ellas pudieran estar ligadas a posibles hallazgos arqueológicos.La confirmación de la existencia de estas anomalías abre la puerta a la esperanza de que bajo el actual firme del campo de la iglesia haya elementos que permitan aportar datos sobre el momento histórico de la fundación de la villa e, incluso, por qué no, viajar aún más hacia atrás en el tiempo. Pese a los primeros resultados de las pruebas, todo será una incógnita hasta que no se proceda a acceder al subsuelo de esta zona de Portugalete y, por ello, los directores del proyecto el Doctor en Arqueología Medieval Javier Franco y el Doctor en Historia Iosu Etxezarraga, han propuesto la realización de sendos sondeos, pequeñas excavaciones, para poder conocer qué se esconde bajo el actual firme de esta zona del Casco Viejo jarrillero. Así, la primera de estas excavaciones se realizaría en la esquina superior del jardín de Santa María. El principal objetivo de este pequeño sondeo sería definir la existencia o no de las galerías descritas por el vecino José Luis Landaluze en los años 80 y que fue el motor inicial de esta investigación que fue impulsada por la Fundación El Abra y el Ayuntamiento de Portugalete. En este punto tan solo se ha registrado una anomalía en el terreno, pero coincide con el punto en el que Landaluze, en el plano que realizó de las posibles galerías, precisaba la existencia de una cámara. Por su parte, el segundo de los sondeos sería más extenso que el primero y se llevaría a cabo en la trasera de la Torre Salazar. Allí, se han registrado una decena de anomalías en el terreno y es una zona de alto interés, puesto que se sabe que había, al menos otras dos torres medievales en las inmediaciones de la Torre Salazar. Para poder conocer qué hay en el subsuelo de este punto se proponen dos alternativas: realizar una sola excavación o que, por el contrario, el sondeo se componga de pequeñas excavaciones. “Dentro de la dificultad que suelen entrañar los trabajos arqueológicos, estos sondeos serían más sencillos, ya que hablamos de dos zonas expuestas y, además, son áreas que actualmente son zonas verdes y que el hecho de trabajar en ellas no generaría grandes afecciones a la ciudadanía”, explicó Javier Franco.

La realización de estas pruebas llega en un momento muy especial para Portugalete, puesto que el año que viene se cumplirá el 700 aniversario de la fundación de la villa. Para cuando la noble villa sople las 700 velas, según indicó Mikel Torres, alcalde de Portugalete, la intención del Consistorio es que estos sondeos se hayan hecho o se estén haciendo. “Nuestra intención es que estas labores puedan hacerse a lo largo de este año. Creemos que con los datos con los que contamos, es necesario seguir investigando para continuar conociendo la historia de nuestra villa”, señaló el primer edil jarrillero.

Aunque la cautela es la nota dominante, los primeros resultados obtenidos son esperanzadores. Ahora, lo que nació como una investigación municipal, se va a convertir en una cuestión en la que tendrá que intervenir y dar permisos el departamento de Patrimonio de la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco, puesto que el Casco Viejo tiene la distinción de Conjunto Monumental y para realizar este tipo de trabajos debe dar Lakua el visto bueno. “Tenemos que felicitarnos de que se haya investigado y de que se vaya a seguir investigando”, apuntó Rubén las Hayas, miembro de la Fundación El Abra, entidad que impulsó en primera instancia este proyecto que puede ayudar a entender e, incluso, a reinterpretar la historia de Portugalete. El estudio surgido fruto de las tres pruebas realizadas al subsuelo del campo de la iglesia hace dos meses, se pondrá a disposición de la ciudadanía en la página web municipal y, además, cuando la situación sanitaria lo permita, se presentará el mismo en sociedad mediante unas charlas o conferencias.