José Miguel y Mari Ángeles Ariño y Juan Antonio Gutiérrez se dan la vuelta en su paseo diario por el entorno del área recreativa de Bolunburu cuando se aproximan a la fábrica de Plomos, en La Herrera. “Ese tramo es peligroso, lleva años en los que está muy mal para andar por ahí, por lo menos una década con el edificio sin actividad. Al menos, desde que se completó el corredor del Kadagua pasan bastantes menos coches”, valoraron. Así que reciben la noticia del inicio de las obras del bidegorri hasta La Mella que abarcarán ese lugar con la esperanza de que supongan el final a un punto negro.

“Se agradece” poder continuar a Balmaseda por sendas concebidas para peatones y ciclistas. En Zalla “ya contamos con bidegorris hasta Aranguren, faltaría conectarlo con la parte inferior Güeñes y hay partes de Alonsotegi que tampoco tienen” con el horizonte de extender la red hasta Bilbao “entrando desde Enkarterri a través de Zorrotza”.

Poco a poco, de momento les gustaría que la obra que acaba de arrancan ponga en valor el trayecto de Zalla hasta Balmaseda que “forma parte de la ruta del Camino de Santiago Olvidado” que desemboca en Villafranca del Bierzo.