La vida, como cualquier historia, como cualquier libro, tiene un principio e, inevitablemente, un final. Sabedores de que el desenlace es seguro, queda que ese final vele por la integridad y la diginidad de las personas. En todo ello, el Ayuntamiento de Santurtzi y el hospital San Juan de Dios están trabajando codo con codo y ambas entidades firmaron en la mañana del lunes el convenio por el que ambas partes implementarán el programa Soledad y Vida. Compartiendo ContigoEl objetivo de esta iniciativa es acompañar a las personas que están en la fase final de su vida que se encuentren en soledad o en riesgo de estarlo.

Para ello, se creará en la localidad marinera una red de voluntariado que se confeccionará en colaboración con los centros residenciales del municipio y domicilios para, de esta manera, poder detectar de forma más rápida y eficaz las situaciones de vulnerabilidad. "Nuestra intención es dar esta cobertura de forma conjunta, formando a las personas que integren la red de voluntariado en aspectos de acompañamiento en situación de final de vida. Es algo en lo que ambos venimos trabajando, en mayor o menor medida, y que a ambos nos preocupa, por lo que, si sumamos nuestras experiencias, nuestros recursos€ El resultado va a ser mucho mejor", declaró Aintzane Urkijo, alcaldesa de Santurtzi.

Así, cada una de las dos partes firmantes del convenio aportará su experiencia y sus recursos para hacer realidad el proyecto. Por un lado, el Ayuntamiento de Santurtzi, a través de su Área de Acción Social, identificará a las personas del municipio que se encuentren en la fase final de sus vidas o que presenten situaciones de soledad o vulnerabilidad. Asimismo, el hospital San Juan de Dios, mediante su área de Cuidados Paliativos, atenderá a estas personas gracias a la ampliación que realizará del programa de Atención a Personas con Enfermedades Avanzadas. De esta manera, con esta iniciativa se intentará aplacar la soledad, algo que cada vez es más comñún en esta sociedad, sobre todo, entre las personas de mayor edad. "El objetivo de esta iniciativa es aliviar la experiencia de sufrimiento provocada por la soledad en personas que se encuentran en situación de enfermedad avanzada mediante el acompañamiento, para remediar el sufrimiento evitable y acompañar el sufrimiento inevitable", señaló Julio Gómez, doctor del hospital San Juan de Dios.

Y es que si la parte final de la vida es, de por sí, una etapa complicada, el camino se hace mucho más difícil si se recorre en soledad. Además, ese sentimiento no hace más que ahondar en el deterioro físico y psíquico de quien vive la fase final de su experiencia vital. "La soledad es la enfermedad del siglo XXI y es uno de los factores influyentes en la percepción del estado de salud de las personas mayores en la recta final de la vida. Todo el mundo necesita sentirse acompañado y, además, tener conciencia de ello", concluyó Gómez.