No ha cambiado la situación de “zozobra” en la que nació Enkarterri Group en 2011: de la anterior crisis económica a la que ha desencadenado la pandemia, que impidió a la asociación comarcal convocar la asamblea anual prevista “para marzo o abril, que debía hacer balance del ejercicio pasado y aprobar el plan para el año en curso”, indica su presidente, Andoni García. La retomarán mañana en el Zalla Zine Antzokia.

¿Cuántos socios integran Enkarterri Group?

—En torno a un centenar, y es muy interesante porque esperamos que a finales de este año cincuenta empresas encartadas con centros de decisión en la comarca se van a certificar en responsabilidad social empresarial.

¿Qué implica la responsabilidad social empresarial?

—Realizamos la certificación desde una empresa acreditada oficialmente por ENAC, una entidad oficial, de acuerdo a un análisis sobre cómo se posicionan en torno a cinco factores fundamentales: la dirección, el estilo de gestión, el tratamiento de la participación de las personas, la relación de la empresa con su entorno social y su compromiso y consideración con el contexto del medio ambiente. Un conjunto de elementos que valoran estos apartados en los que residen el compromiso social, una apuesta por una empresa ética, que trabaja en pos de la sostenibilidad y continuidad, y con los 17 objetivos de alineamiento sostenible de la agenda 2030 establecida por la Organización de Naciones Unidas.

¿Ha afectado el confinamiento a los asociados?

—Enkarterri Group se ha fortalecido sensiblemente el último año. Buscamos que las empresas perduren. Corren tiempos de solidaridad, de participación integral en los proyectos y de favorecer una competitividad desde la sostenibilidad que cada vez los mercados y los entornos demandan más. No podemos evitar que llueva, pero debemos dotarnos de las herramientas adecuadas que nos permitan trabajar en esta situación. Desde luego, en Enkarterri añoramos que se instalen nuevos proyectos y está muy bien, pero también hay que luchar por no perder lo que tenemos.

¿En qué punto se encuentran las iniciativas del plan de estímulo comarcal impulsado por la Diputación que les atañen?

—La pandemia es desmoralizante, rompe el crecimiento y desarrollo que se estaba generando no solo en Enkarterri. En lo que respecta al plan de estímulo, ha supuesto un parón a las primeras mesas de trabajo que se mantuvieron hasta febrero. Me consta que muy probablemente salgan antes de acabar el año. Se llegó a conclusiones con líneas de desarrollo bastante bien definidas que están siendo analizadas por el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia. Otra cuestión será la velocidad de implantación y qué estructura, organización o liderazgo se establecen para acometer esas líneas de desarrollo, no solo desde el plano económico, sino también desde la parte operativa. Por nuestra parte, como Enkarterri Group, hemos conseguido constituirnos como un órgano de consulta y referencia en lo económico y social.