RUZAN los dedos. En marzo se quedaron a las puertas de inaugurar su primera exposición, que el estado de alarma pospuso tres meses. Ayer las puertas del palacio Horkasitas de Balmaseda sí que se abrieron al público con límite de aforo, confiando en que la situación sanitaria permita disfrutar la nueva propuesta de la asociación cultural Bapore Atelier tal y como ha sido concebida: hasta el 12 de diciembre y con otras actividades complementarias. La naturaleza ejerce como hilo conductor poniendo el foco en el club de fotografía Skylight de la villa.

El grupo comenzó su andadura a finales de los años setenta, primero ofreciendo cursillos en locales municipales. "Llevamos a cabo cuatro muestras nacionales en honor a Antonio Mielgo, que impulsó el grupo y nos enseñó a todos", explicó José Antonio López, uno de los alrededor de sesenta integrantes de Skylight. En cuatro décadas la tecnología ha evolucionado desde los cuartos oscuros de revelado hasta las sofisticadas cámaras digitales. "Ahora apenas sacamos las fotografías en papel salvo en casos puntuales, normalmente las clasificamos por carpetas. A mí me gusta echar un vistazo de vez en cuando a las que saqué hace años porque cambia la forma de pensar", apuntó otro de los socios, José Miguel San Vicente Crespo. En 2020 "nos sentimos un poco de bajón" porque el coronavirus les ha privado de retratar la Pasión Viviente, el mercado medieval y otras citas que se prestan a dar un material gráfico de nivel. Lo han compensado en parte con curiosas instantáneas captadas durante el confinamiento, algunas de las cuales forman parte de la muestra de veinte imágenes tomadas por ocho personas. "Desde la ventana de mi casa vi corzos" y también "hubo jabalíes, como si los animales reclamaran su sitio" intervino Luis María Hidalgo. O una garza que se posa en el río Kadagua al atardecer y pocos segundos después de disparar la cámara se comió a cuatro patos en la secuencia completa que guarda Crespo. Balmaseda evoca "el Puente Viejo, la iglesia de San Severino o el ayuntamiento, cuando nos propusieron la temática de la naturaleza a priori no parecía que daría de sí, pero, al contrario, resulta muy interesante observar la visión de cada uno" sobre animales, plantas o paisajes, señaló Hidalgo. Fernando Fernández, Javier Barrutia y Elsa Zorrilla son otros de los componentes del grupo que han contribuido a la exposición. Sin embargo, "ninguna fotografía va firmada" para apuntalar la percepción de colectividad, según contó Irati Santos Inoriza, un de las fundadoras de la asociación de creación artística Bapore Atelier con Laura Peña. En la misma galería, junto a las fotografías se puede encontrar un poema del balmasedano Jokin Salaberri cuyos versos se diseminan en diferentes paneles. Flechas en el suelo señalizan la dirección correcta para leerlos con sentido.

En la planta baja del edificio de la antigua aduana se encuentran otra muestra sobre seles de Euskadi y las instalaciones de Leire Muñoz sobre sonido "que recoge un trabajo anterior en una cantera", de Oier Iruretagoiena con "collages de embalajes de productos o trazas de hierbas malas" y de Santiago F. Mosteyrin que plasma "la relación entre el cuerpo y la naturaleza", sus palabras.

La asociación Bapore Atelier también muestra el trabajo de los artistas Leire Muñoz, Oier Iruretagoiena y Santiago F. Mosteyrin