- A pesar de que este año, por circunstancias personales previas al coronavirus, no haya podido elaborar sus multipremiados quesos de oveja latxa con denominación de origen Idiazabal, Ricardo Murias, del barrio muskiztarra de La Rigada, es consciente de que la suspensión de la feria agrícola del municipio será una “faena” para los productores de la comarca de Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri. “A mí personalmente no me va a causar un trastorno económico porque la leche que ordeño la estoy vendiendo, pero es cierto que la feria de Muskiz es una cita consolidada y de referencia para muchos productores cercanos”, valora este quesero que lleva más de veinte años acudiendo a las campas de San Juan el tercer domingo de septiembre, como antes hiciera su padre también ganadero.

“Estamos de acuerdo en que no tenemos que correr riesgos y si hay que tomar una decisión, se toma, pero creo que se nos tenía que haber consultado de alguna forma la situación y ver qué se podía o no se podía hacer. Hay pegas o lo que sea, pero que también hubiéramos podido opinar un poco todos”, explica este pequeño empresario con una cabaña de 200 ovejas que suele acudir a la feria con una media de cien quesos. “En el caso de los quesos tal vez haya un pequeño margen por la curación, pero hay otros productores que no tienen esa posibilidad y por tanto están más apremiados, máxime ahora cuando aún no está normalizada la restauración, que es otro canal primordial de nuestros productos y dependen de la venta directa o en tiendas”, señaló Murias.