Muskiz - El Ayuntamiento de Muskiz tiene previsto invertir en el periodo de vacaciones de invierno más 20 mil euros en la mejora de sendas instalaciones educativas atendiendo así a demandas históricas de las AMPA de ambos centros. Se trata por un lado del colegio público Cantarrana donde se habilitará una nueva aula para niños y niñas de entre 0 y 2 años así el consistorio -anticipándose de este modo al derribo que se llevará a cabo en el edificio antiguo para la construcción del nuevo instituto-, y por otro en la ikastola donde se abordará la insonorización del comedor ante las quejas por ruidos que está generando el servicio.

En el caso del colegio público Cantarrana el ayuntamiento va a acondicionar un aula para uso de niños de dos años. Como consecuencia del derribo que se va a llevar a cabo del edificio antiguo para la construcción del nuevo instituto, el consistorio va a realizar esta acción respondiendo a una demanda histórica del propio centro y del AMPA, con la que más de 10 niños y niñas podrán disfrutar de un nuevo espacio. "Las condiciones en las que estaba este edificio tampoco son las que realmente demandaba la actividad de hoy en día y por ello se va a mejorar esa estancia para los chavales de entre 0 y 2 años", señaló el alcalde Borja Liaño.

Las obras tendrán un coste de 12.148 euros y se realizarán durante las vacaciones de navidad. Consistirán en quitar dos tabiques y hacer uno nuevo ampliando los metros necesarios del aula para colocar una estructura de madera con muebles bajos y con escaleras rematado con encimera de estratificado, todo esto se cerrará en la parte alta con una cristalera de PVC con vidrio de seguridad.

Ikastola Por otro lado se va a llevar a cabo la insonorización del comedor escolar de la ikastola debido al numeroso ruido y eco que se alcanza. Para ello, con un presupuesto de 8.413 euros más IVA, se va a dotar al espacio de paneles de placa acústica que ayudarán a reducir el fuerte sonido y aumentar la inteligibilidad de la palabra y el confort acústico. Una acción que da respuesta a una demanda histórica del propio centro para mejorar la estancia y que está sea más agradable para los alumnos y trabajadores de la ikastola.

A este acondicionamiento, se le suma la colocación de un semáforo de ruido que consiste en un sistema de luces y sonido de fácil comprensión para los alumnos y alumnas. El semáforo tiene un regulador de decibelios en la parte inferior, el cual ajustas según el nivel de ruido que quieres controlar, si es verde el nivel del ruido es adecuado, si es amarillo es que comienza a superarse y el rojo cuadno el ruido es excesivo y los escolares deben bajar la voz.