LA danza es un lenguaje corporal universal, una forma de comunicación artística de emociones, sentimientos, y estados de ánimo del ser humano. Un arte, en definitiva, que desde muy pequeña desarrolló Saray Fente, una joven trapagarandarra que desde hace cinco años impulsa desde su centro educativo Play Dance la práctica de la danza urbana, una disciplina con la que ha creado varios grupos de baile cuya calidad se ha visto contrastada en diversos certámenes estatales y europeos.

El más reciente ha sido el concurso Vive tu sueño desarrollado del 12 al 14 de julio en el teatro Massimo de Roma en el que tomaron parte más de 500 bailarines del Estado, Portugal, Francia e Italia. “Hemos acudido a Italia con una invitación especial de la organización. Hemos viajado con dos grupos, uno de categoría infantil formado por 13 alumnas y alumnos de entre 9y 12 años y con otro grupo de juveniles y la verdad es que henos vuelto muy satisfechos porque creo que hemos hecho un buen papel en un certamen que contaba con un nivel muy alto de calidad tanto en las coreografías como vestuario, etcétera”, destaca Fente.

De hecho el grupo Playground se hizo con la medalla de bronce en la categoría infantil mientras que el grupo juvenil Play for Real logró un meritorio octavo puesto entre los más de 20 grupos participantes. No ha sido, sin embargo, esta la primera vez que la escuela Play Dance triunfa en Europa con sus grupos participantes. Así, “en el Rock da House celebrado en 2017 en Oporto, el grupo junior quedó subcampeón de Europa en la categoría de Urban Dance”, señala esta apasionada de la danza a la que se dedica desde muy pequeña.

Dedicación “A mí en casa siempre me han animado a bailar porque es algo que me gustaba desde muy niña. Hice ballet clásico y natación sincronizada”, apunta esta joven treintañera que incluso ha participado como dantzari en un grupo de danzas vascas en su localidad y que hoy día es una ferviente defensora del baile urbano y sus diferentes ritmos y estilos artísticos que van desde ritmos comerciales, reggeaton, dance, pomping, house. ... aunque reconoce su “debilidad” por el hip hop y por los pasos básicos de la Old School norteamericana.

Un ritmo en el que Saray Fente se desenvuelve con una soltura que trata de contagiar a sus alumnos sobre todo porque afirma que “la danza urbana es ante todo un ritmo para pasarlo bien, para poder disfrutar de la música y del baile en la calle en cualquier espacio urbano”. Una filosofía que cuando se traslada a un aula con monitores como Saray, se convierte en coreografías capaces de arrancar grandes aplausos de quienes lo ven y escuchan.

“La verdad es que tengo unas bailarinas que son increíbles dentro y fuera del escenario. Se superan cada día tanto profesionalmente como personalmente. El verles crecer cada día para mí es un regalo, estoy muy orgullosa de todos ellos”, reseña Saray que no dudó en acudir a academias para depurar sus conocimientos y acercarse a la danza urbana. Incluso hizo Educación Infantil y tras dar clase en un centro montó la escuela en la que ahora supera los 100 alumnos, que “se divierten al tiempo que trabajan la memorización, la conciencia corporal y valores como la superación personal y el trabajo en grupo”, concluye.