Barakaldo - El 8 de Marzo es una fecha marcada en color morado en el calendario. El viernes muchas mujeres saldrán a las calles a reclamar igualdad entre hombres y mujeres, una igualdad real, una igualdad que no solo se plasme en papeles y leyes, sino que se vea reflejada en el día a día. Tras todo lo que acontecerá en las calles de Ezkerraldea está la labor diaria de los colectivos de mujeres de la comarca, grupos que en el día a día trabajan en favor de los derechos de las mujeres. Ejemplo de esas activistas que luchan por la igualdad son Karmele Ozaita, Liz Quintana y Mireia Sáiz, integrantes del Centro Asesor de la Mujer Argitan, una de las entidades de Ezkerraldea que está dinamizando el 8-M en la comarca.

Ellas tres, como no podía ser de otra forma, irán el viernes a la huelga. Saldrán a las calles tiñéndolas de color morado y poniendo en evidencia la importancia de las mujeres en la sociedad. “Las mujeres tenemos que estar juntas, unidas contra las injusticias, contras las desigualdades que sufrimos en esta sociedad por el mero hecho de ser mujeres”, explican estas tres integrantes de Argitan. Desigualdades que se reflejan en ámbitos como el laboral donde los techos de cristal, las diferencias salariales y la feminización de algunas profesiones como las de empleada de hogar o las relacionadas con el cuidado. “En total son cinco los ejes en los que se moverá esta huelga: la precariedad laboral, la asunción de los cuidados por parte de las mujeres casi de forma exclusiva, la educación, las pensiones y el modelo actual de sistema de consumo heteropatriarcal”, apunta Karmele Ozaita, presidenta de Argitan. Un tipo de sociedad que pone, casi exclusivamente, la mirada en las mujeres cuando hay alguien a quien cuidar, un sistema en el que los bajos salarios son el pan nuestro de cada día, sobre todo entre las mujeres y, todo eso, se extrapola en la madurez a las pensiones a percibir tras la jubilación.

La presente edición del 8 de Marzo llega tras la histórica cita del pasado año cuando las mujeres tomaron las calles como nunca se había visto e hicieron que la convocatoria del 8-M a nivel estatal tuviese repercusión a nivel internacional. “A raíz del pasado 8-M sí hemos notado que más mujeres se han implicado de forma activa en el feminismo. Logramos acercar más el feminismo a la ciudadanía, dejar claro que a través del feminismo se lucha contra las problemáticas que nos afectan a todas las mujeres”, desarrolla Liz Quintana, una procuradora jarrillera que lleva en Argitan desde sus inicios.

Una de las personas que se sumaron a la lucha feminista a raíz del pasado 8 de Marzo es Mireia. “Tuve una serie de problemas a nivel laboral, problemas que padezco por el hecho de ser mujer, por el tipo de sociedad en la que vivimos hoy en día. Precisamente, fue esa situación en el trabajo la que me hizo cambiar el chip. El cerebro me hizo clic y miré hacia atrás y vi todas las situaciones injustas que había vivido por estar en una sociedad heteropatriarcal. Por todo ello, decidí sumarme de forma activa al movimiento feminista”, explica esta joven barakaldarra.

El papel de los hombres La del viernes es una huelga en la que las mujeres serán protagonistas y los hombres serán compañeros de viaje. “Que no nos pregunten qué tienen que hacer, que piensen, reflexionen y actúen como ellos crean oportuno, pero creo que es una cuestión de sentido común. Los hombres en esta huelga pueden tener un papel facilitador para que sus compañeras de trabajo, amigas, familiares, parejas, puedan ejercer su derecho a la huelga”, concluye Karmele Ozaita, una de las muchas mujeres que el viernes tomarán las calles de Ezkerraldea.