libro Del Okavango al Kalaharidiarios del viaje Juan, Nacho y Txabi realizaron hace 29 años desde Mozambiquehasta el delta del Okavango y el desierto del Kalahari, en Botsuana. Del Okavango al Kalahari letras que son un canto a la amistad Solo la muerte de Juan en noviembre de 2008 fracturó esta unión de camaradería.

Él, junto al cántabro Nacho Cabria es, por lo tanto, autor de este proyecto que recoge los párrafos que cada uno escribió cada día de aquella fascinante aventura por África. “El diario de Juan no ha aparecido y es una verdadera pena, pero seguiremos buscándolo. Era una persona divertida, con una mirada muy real a la vida y sus aportaciones habrían dado otra perspectiva al libro”, señaló Txabi durante la presentación de esta obra en el aula de cultura de Villamonte. La visión de este getxotarra está plasmada en Del Okavango al Kalahari de una manera especial. “El diario se lo escribía a Pepa, que hoy es mi mujer, pero por aquel entonces no”, desveló. “Tiempo después, pasamos ese diario a ordenador durante los fines de semana. Nos pasamos mañanas enteras picándolo”, añadió Txabi. Y lo que hoy recopila la publicación editada es prácticamente idéntico a lo que trasladó con su mano al papel en esos días y noches de asombro, alegrías y descubrimientos. “Yo tomaba anotaciones y luego las repasaba y para hacer este libro he vuelto a revisarlas”, explicó, por su parte, Nacho, a través de videoconferencia, ya que las restricciones a la movilidad le impidieron desplazarse desde Santander a Getxo para la presentación.

Volver al pretérito leyendo esas bitácoras tan íntimas fue “sorprendente”, como admitió Txabi. “Es magia: te ubicas, te vas poniendo en el sitio, tienes la sensación de volver a vivirlo, es como un cuento mágico y ha sido bonito recuperar el pasado”, reconoció el getxotarra. Y la idea de compactar todo aquello en un libro, de actualizar y quitar el candado a esos diarios surgió en una reflexión. “Escribimos los diarios y así lo dejamos, pero pasaron los años y un día, cuando uno empieza a recordar su vida y a perder vergüenza para compartir sus cosas, piensa en poder publicarlos. Juan se había muerto hacía unos años y le dije a Nacho a ver si recuperábamos los diarios de viaje y le hacíamos un homenaje”, apuntó Txabi. Por eso, hoy esas peripecias están en las librerías.

El viaje

Hace casi treinta años, los tres amigos estaban trabajando en Mozambique. Nacho lo hacía en la embajada como canciller; Juan era traumatólogo y Txabi participaba en un proyecto del Banco Mundial para un sistema de recogida de basuras. “En aquel momento, África austral estaba en guerra; Mozambique justo salía de un conflicto de veinte años, pero nosotros vivíamos en una burbuja, con mucha libertad”, recordó Txabi. “Un día decidimos ir a visitar un lugar maravilloso: el delta del Okavango (un abanico aluvial que se produce porque el río Okavango desemboca en pleno desierto y no en el mar); tuvimos la inmensa suerte de poder hacer ese viaje de esa manera: no sabíamos por dónde ir, nos poníamos en la carretera y esperábamos a que pasara alguien, también usábamos los transportes de allí, fuimos paseando entre elefantes... Todo era adrenalina. Fue un tipo de safari envidiable, que es irrepetible porque hoy en día ya no se hace algo así”, enfatizó Txabi. Fue el viaje de sus vidas.

“Es magia: te ubicas, tienes la sensación de volver a vivirlo; es bonito recuperar el pasado”

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