El Ayuntamiento de Plentzia tiene la intención de que el mercado de abastos que habitualmente se celebra en el antiguo matadero pueda acoger a más productores de toda la comarca. En este contexto, el equipo de gobierno trabaja para regularizar la situación de este espacio, porque hasta la fecha no dispone de "una normativa específica para acoger este tipo de actividad", según señalan fuentes municipales.

La pretensión de los regidores locales, por lo tanto, es que la azoka, darle más visibilidad, promocionarla y que adopte más protagonismo para que pueda atraer a más baserritarras de las localidades cercanas. Así, está previsto que se lleven a cabo pequeñas obras para que el edificio se adecúe mejor a un mercado de abastos propiamente dicho. Para ello, el equipo de gobierno está dando pasos con el objetivo de que los usos de este inmueble queden legalmente concretados y la idea es que para Semana Santa se proceda a aprobar una normativa. "Durante los últimos años, el espacio no ha avanzado para legalizar su actividad y dotar de una forma jurídica acorde a un mercado de abastos y eso es lo que estamos haciendo ahora: desarrollar una normativa para el uso y la rotación de expositores, garantizando la libre concurrencia para acceder a la venta de producto agroalimentario en Plentzia", explica la alcaldesa, Elixabete Uribarri. Asimismo, otra de las finalidades de que el antiguo matadero cuente con un marco jurídicamente correcto y de que se vayan a acometer reformas es "garantizar la seguridad tanto de los productores del mercado como de las personas compradoras" en estos tiempos de coronavirus. De hecho, desde que se decretó el estado de alarma en marzo, la feria ya no está ubicada en este lugar. Según trasladan desde el equipo de gobierno, para que el actual mercado de los sábados se desarrollase de manera segura era necesario trasladarlo a un sitio más amplio y que cumpliese con las restricciones marcadas por el Gobierno vasco. Para ello, y "tras consultar con las personas baserritarras que se desplazan a Plentzia regularmente", se ofrecieron dos alternativas: una cubierta y una al aire libre, el frontón Jai-Alai, por un lado, y la plaza de la iglesia, por otro. Los participantes optaron por la segunda opción y desde marzo, el mercado se organiza allí. "Esta decisión ha permitido que los baserritarras hayan podido seguir ofreciendo sus productos de manera segura hasta la fecha", matizan desde el gobierno local, que también adquirió carpas para que puedan resguardarse y seguir vendiendo en los días que el tiempo no acompañe.

Seguridad

Así que el replanteamiento de la azoka pasa por que el antiguo matadero tenga regularizado sus usos. La oficina técnica tiene elaborado un primer borrador que, además de las normas de funcionamiento, recoge las diversas rehabilitaciones básicas, pequeñas obras de mejora del mobiliario y otros aspectos que se podrán ejecutar en breve, con el fin de que el espacio se amolde a las características de un mercado. Estas actuaciones están siendo consultadas con el Departamento de Salud del Gobierno vasco para cumplir con las actuales normas sanitarias que contribuyan a garantizar la seguridad y salud de los baserritarras como de los clientes. "Todo ello requiere de un tiempo, no obstante se está trabajando en ello desde el pasado mes de marzo y se prevé que en Semana Santa se proceda a aprobar la normativa", precisan desde el Ayuntamiento.